A la hora de realizar un proceso de selección de personal
para cubrir un puesto de trabajo, una de las herramientas imprescindibles que
suelen utilizar los departamentos de recursos humanos son los tests psicométricos,
ya que permiten evaluar a los candidatos de forma simple y rápida y conocer
rasgos de personalidad, capacidades y aptitudes de ellos que sería imposible
conocer de otro modo.
Tests de inteligencia
Se utilizan para determinar nuestro cociente intelectual,
así como la capacidad de síntesis y análisis y para valorar nuestro
razonamiento numérico, verbal y abstracto. Habitualmente han de realizarse en
un tiempo determinado, por lo que es habitual no terminarlo. El más común es el
test de Raven, en el que nos presentarán una serie de figuras para que nosotros
determinamos cuál es la que falta. Este test evalúa nuestro nivel de
concentración, observación y lógica.
Pruebas de aptitud
Mediante ellas se evalúan nuestras capacidades y aptitudes
profesionales, para ver si somos el candidato idóneo para el puesto, ya que
evalúan capacidades como las dotes de mando, la toma de decisiones o nuestro
dominio de idiomas.
Tests de personalidad
Estos tests analizan nuestros rasgos de la personalidad mas
determinados, como la confianza en nosotros mismos, el autocontrol, la
estabilidad emocional y nuestra sociabilidad, entre otros. Podemos tener la
tentación, mientras los realizamos, de intentar modificar el resultado
intentando simular que poseemos los rasgos de personalidad que consideramos más
adecuados para el puesto, pero estos tests están formulados contemplando estas
variables.
Realmente no hay respuestas correctas o incorrectas, pero sí
pueden detectar que estamos mintiendo sobre nosotros mismos, lo cual nos dejará
fuera del proceso de selección inmediatamente.
Fuentes:
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