"Hamid sabe que no sirve de nada luchar contra el
inconsciente colectivo. Los tonos, los accesorios, los tejidos, los supuestos
actos benéficos de la Superclase, los libros que se publican, la música que
suena en la radio, los documentales de ex políticos, las nuevas películas, el
material que se usa para hacer zapatos, los sistemas de abastecimiento de
coches, los abajo firmantes para los congresistas, los bonos que venden los
mayores bancos del mundo, todo parece estar concentrado en una sola cosa: salvar
el planeta. Se están creando fortunas de la noche a la mañana, las grandes
multinacionales consiguen espacios en la prensa gracias a alguna que otra
acción irrelevante en esa área, organizaciones no gubernamentales sin
escrúpulos ponen anuncios en poderosas cadenas de televisión y reciben cientos
de millones de dólares en donaciones, porque todos parecen absolutamente
preocupados por el destino de la Tierra.
Cada vez que veía en los periódicos o en las revistas a los
políticos de siempre utilizando el calentamiento global o la destrucción del
medio ambiente como plataforma para sus campañas electorales, pensaba para sí:
«¿Cómo podemos ser tan arrogantes? El planeta fue, es y será siempre más fuerte
que nosotros. No podemos destruirlo; si traspasamos una determinada frontera,
nos eliminará por completo de su superficie, y seguirá existiendo. ¿Por qué no
hablan de "no dejar que el planeta nos destruya"?»
Porque «salvar el planeta» da sensación de poder, de acción,
de nobleza. Mientras que «no dejar que el planeta nos destruya» puede
conducirnos a la desesperación, a la impotencia, a la verdadera dimensión de
nuestras pobres y limitadas capacidades."
Paulo Coelho.El vencedor está solo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario