Amigos, la hiperactividad, el neuroticismo y tantas otras "etiquetas" para designar formas de ser humanas están calumniadas. Son vistas como enfermedades a erradicar. O al menos algo que dificulta lo que algunos conciben como "vida humana".No, quizás las "neuras" (inestables emocionalmente) y las "hiperactividades" dificulten la vida en un sistema creado y gobernado con el único objetivo de aumentar su productividad, y en su favor otras áreas , como las artes se ven relegadas a un segundo plano.
Pero muy lejos de eso, las personas neuróticas o hiperactivas aportan algo a la humanidad mucho mas relevante que el rendimiento perfecto del estudiante, el trabajador , el empresario, la corporación, el país o el mundo. Aportan arte, aportan sentimiento, aportan creatividad, aportan imaginación, aportan empatía.... aportan constructos psicológicos ligados a la capacidad humana mas valiosa de todas, la conciencia (que incluye empatía); estos pringados improductivos tiznados de locos y excluidos de cualquier grupo que aspira a rendir a un buen rimo lo que aportan se llama humanidad.
Por poner ejemplos: grandes figuras de las artes escénicas o el deporte son Hiperactivos. Por poner ejemplos, sin Neuróticos en este mundo no existiría ni la música, ni la pintura, ni el cine, ni los sueños, ni la poesía, ni la literatura,ni la psicología (78% de estudiantes de psicología puntan significativamente alto en neuroticismo)...no existirá ninguna de esos intereses o vocaciones que nacen del sufrimiento o de las contradicciones, que nacen de un conflicto cognitivo sin resolver. Esos conflictos cognitivos que la psicología mas científica (en sus ansias por conseguir la exactitud y rigurosidad en su método) pretende erradicar.
¿Pero hasta que punto es ,no ético , sino beneficioso perseguir la felicidad de las personas a toda costa? ¿Hasta que punto es beneficioso convertir a todo ser humano en un ser plenamente feliz, si justo en ese momento en el que la ciencia consiga hacer de la especie humana una especie feliz en todos sus individuos aumenta altamente la posibilidad de perder esas "neuras" y por consiguiente "las artes" y por consiguiente el motor del arte que es nuestra capacidad imaginativa... junto con la imaginación perderíamos la conciencia...y llegados a este punto...¿de que nos sirve ser felices si no somos conscientes de ello?...El si debemos buscar o no la felicidad plena no es una cuestión ética, sino la más científica de todas.
En este interesante artículo se nos plantea la reflexión de si estamos yendo por el buen camino.Pregunta que nunca deberíamos dejar de hacernos.
.......
Hay un anuncio de Mapfre que pulula por las calles que dice "Si la educación cambia tan rápido, no podemos educar como hace 20 años ".
Muchos de los problemas de rendimiento, de atención,
de hiperactividad, de comportamiento... se deben simplemente en un PROBLEMA DE
MOTIVACIÓN.
¿Cuántos niños hay diagnosticados con TDA-H
(Trastorno de Déficit de Atención, con o sin Hiperactividad) y sin embargo nos
sorprende que son capaces de estar haciendo una tarea que a a ellos les gusta,
sobre todo jugar con las videoconsolas portátiles?
La época en
la que nosotros o nuestros padres estudiamos es muy diferente a la época en la
estudian nuestros niños de ahora.
Ellos están rodeados de una tecnología que nosotros
no teníamos. La pluma y el tintero, o el boli, el lápiz y el papel han quedado
sustituidos por pantallas digitales. La "enciclopedia" es tan antigua
como las "pesetas", ellos tienen toda la información a su alcance a
toque de botón...
Para nuestros padres, que nosotros fuéramos a la universidad
era su principal meta. Su obligación era trabajar para darnos una educación y
un plato en la mesa, y la nuestra era la de estudiar para labrarnos un futuro y
encontrar un trabajo.
Las matemáticas, el lenguaje y las ciencias eran las
asignaturas principales; y el dibujo, la música o la gimnasia, las considerábamos
"asignaturas maría".
Todo esto ha cambiado. Los niños viven en una era
digital y social a la que nos cuesta adaptarnos. Las matemáticas, el lenguaje y
las ciencias son importantes sí, pero para ser bueno en un trabajo nosotros
mismos nos estamos dando cuenta de que es necesario no sólo saber lo que
hacemos sino cómo lo hacemos, es decir, son necesarias otras habilidades que
nadie desarrolló en nuestra infancia (trabajo en equipo, empatía,
socialización, inteligencia emocional, creatividad, imaginación, etc.).
El principal motivo de fracaso escolar en los niños
de hoy en día es el fracaso de la educación ante su resistencia al cambio.
Si un niño tiene motivación aprende lo que sea.
Si un niño tiene motivación atiende el tiempo que
sea necesario.
Si un niño tiene motivación está sentado en una
silla quieto haciendo una tarea...
Pero hay que darles los medios y enseñarles conforme
a la época en la que viven. Hay que averiguar lo que se les da bien y
potenciarlo, sin pretender adaptarles a una educación, una cultura, una
sociedad y unas exigencias obsoletas.
Todo esto nos lo enseña Sir Ken Robinson en este
breve video de 11 minutos:
http://www.rtve.es/television/20110304/redes-sistema-educativo-anacronico/413516.shtml
Fragmento de la entrevista:
Eduardo Punset:
Mientras hablabas, pensaba en el patrón que sirvió
para establecer que alguien estaba en la parte adecuada del conocimiento: el
cociente intelectual. ¿Por qué demonios hemos creído durante tanto tiempo que
la medición del CI era importante para la vida económica?
Ken Robinson:
El cociente intelectual fue una de las nociones que
surgió del crecimiento de la psicología y la sociología, de los intentos de
aplicar las mismas características de las ciencias físicas a las personas. Lo
importante es que había dos fuerzas: por un lado, un verdadero espíritu de
investigación, para ver si podíamos medir la inteligencia igual que medimos el
movimiento de las mareas, pero también coincidió con el crecimiento de la
educación pública, que requería una manera eficaz, rápida y objetiva de
caracterizar a las personas para poder educarlas.
Se necesitaba saber, en cierto modo, si tenían una
inteligencia normal, inferior a la media o extraordinaria. Alfred Binet, cuando
creó el primer test de inteligencia en París, estaba interesado en los niños
con necesidades educativas especiales. Para descubrir cuáles eran sus
necesidades, necesitaba tener una idea de cuál era la capacidad media. Éste era
el objetivo inicial. No obstante, los tests de inteligencia se volvieron
fundamentales para la categorización de alumnos en las escuelas públicas, pero
también para la selección en el ejército. Se han convertido en un mito, me
parece: han pasado a formar parte de nuestro léxico cultural como si fueran
objetivos. Una de las organizaciones más importantes que hay es Mensa, la
organización de personas con cocientes intelectuales altos. Y me parece
estupendo, no voy a criticar a Mensa, pero me planteo si esto es así realmente.
En realidad, el test de inteligencia solamente mide la capacidad de hacer tests
de inteligencia. ¡Hay personas a las que estos tests se les dan muy bien! Si
queremos saber lo inteligente que es alguien, ¡por lo menos deberíamos aceptar
que la inteligencia entraña mucho más de lo que se puede medir en un test del
CI, ¿no deberíamos incluir también otras preguntas? Como, por ejemplo: ¿sabes
componer una sinfonía? ¿Sabes interpretarla? ¿Sabes gestionar un negocio de
éxito? ¿Sabes bailar? ¿Sabes escribir una poesía que conmueva a los lectores y
les haga llorar?
Eduardo Punset:
O la empatía…
Ken Robinson:
¡La empatía! Si el ser humano solamente tuviera las
habilidades que se miden en los tests de inteligencia, la mayor parte de la
cultura humana jamás habría existido. Yo no querría vivir en un mundo así. ¿Tú
sí?
Eduardo Punset:
No.
Ken Robinson:
Tenemos una visión de la inteligencia muy
reduccionista."
..........
En conclusión, las manos de estos pringados neuróticos, Hiperactivos y desviados mentales son las últimas en las que esta el porvenir del mundo pero las primeras en las que esta el porvenir del ser humano, tal y como lo conocemos. ¿Saben que los neuróticos sueñan más que los no neuróticos? ¿Saben que género sueña más y es más neurótico?¿Las mujeres o los hombres? Creo que ya saben la respuesta.
El timón de esta especie lo han llevado los últimos en los que podíamos pensar. Y precisamente por el miedo de los primeros a perder el timón han condenado al ostracismo y discriminado a estos últimos. La lástima es que estos , han acabado por creerse inferiores y han dejado de llevar el timón del barco.En lugar de eso han decidido copiar la actitud ante la vida de los "menos pringados". Nunca le tengamos miedo a soñar.
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