sábado, 31 de agosto de 2013

Siria: Gallos y babuinos


Definitivamente Obama ha decidido que EEUU debe actuar militarmente en Siria. Francia es el principal aliado del presidente norteamericano. No obstante, según el diario francés Le Monde, un 64% de los franceses estaría en contra de una acción militar en Siria. El parlamento británico rechaza la intervención por escasa diferencia con  272 a favor de intervenir (incluyendo el primer ministro David Cameron que

consideraba oportuno la necesidad de responder con contundencia ante el uso de armas químicas) y 285 votos en contra de la intervención. Rusia y China se oponen firmemente a la iniciativa armamentística. Alemania solo actuaría si existiera consenso entre Naciones Unidas, no obstante Merkel tiene claro que sería necesaria una intervención de una acción internacional conjunta para castigar los ataques contra la población civil.





¿Cómo está la situación?

En apenas 4 días hemos asistido a una de las mayores exhibiciones de indecisión y división política que se han visto. Parece que  2013 años de historia no son suficientes para tomar un decisión muy simple ¿intervenir o no intervenir? Que dura es la mollera de algunos.

"Es muy lamentable que Rusia y China se nieguen desde hace tiempos a sumarse a una postura común frente al conflicto sirio. Eso es algo que debilita considerablemente el papel de las Naciones Unidas", ha declarado Merkel al diario Ausburger Allgemeinen.

Aunque Alemania lo tiene claro, no puede hacer nada sin el consenso de Naciones Unidas. Así es, que EEUU solo cuenta con el respaldo de Francia en la iniciativa al ataque, mientras que Rusia y China son las únicas potencias que se han posicionado claramente en contra.

"Aunque creo que tengo la autoridad para llevar a cabo esta acción militar sin una autorización específica del Congreso, sé que el país será más fuerte si tomamos esa medida y nuestras acciones serán incluso más eficaces", ha comentado Obama.

Parece ser que el presidente no se permitirá de ninguna forma “recular” ante la línea roja que ya trazó hace tiempo, y que constituía el uso de armas químicas de destrucción masiva como criterio para actuar por la fuerza.


"No podemos criar a nuestros hijos en un mundo donde no seguimos adelante con las cosas que decimos". Obama.

¿Una respuesta honorable o una simple reacción política para no perder credibilidad? Yo creo que ambas. Pero más adelante hablaremos del honor.

No obstante, aunque el presidente de EE.UU., ha dicho que su país está "listo" para atacar Siria en "cualquier momento", ha asegurado que buscará la autorización del Congreso  para dar "ejemplo democrático". De nuevo suena todo “muy honorable”. Y sin duda lo sea. Norteamericanos, igual que en sus películas.

El opositor a Obama que parece tenerlo más claro es el presidente ruso, Vladímir Putin. Este, instó a su colega estadounidense a que, antes de bombardear Siria, reflexione como Premio Nobel de la Paz que es, en las víctimas que el ataque producirá. Al mismo tiempo, declaró estar convencido que el uso de gas en las afueras de Damasco es una provocación de la oposición a El Asad.


Putin subrayó también que Rusia condena el empleo de las armas químicas. "Nuestra posición sobre la posible utilización de armas de extermino masivo, incluida las químicas, es consecuente: estamos categóricamente en contra de ello y, por lo tanto, si se demuestra su uso, participaremos decididamente en la elaboración de medidas que permitan terminar con esa práctica” declaró Putin en Vladivostok.

“En condiciones de una ofensiva del ejército sirio, cuando en algunas zonas tenían rodeados a los rebeldes, no tiene ninguna lógica en esas circunstancias regalar un as (es decir, usar armas químicas), a los que permanentemente piden la intervención militar, sobre todo el mismo día de la llegada de los inspectores de la ONU; es una estupidez extraordinaria", dijo el líder ruso al explicar por qué consideraba que el ataque con gas en el suburbio de Guta Oriental el pasado día 21 era una provocación de la oposición radical.





Armas químicas. ¿Armas de destrucción masiva? ¿Peligro real?

Hay algo en lo que todas las naciones parecen estar de acuerdo. Si las pruebas sobre el uso de armas químicas fueran concluyentes la mayoría estarían a favor  de la intervención. El uso o no de dichas armas parece ser, por tanto, el rasero por el que se mide la decisión de iniciar una guerra. Y ya saben lo que se dice de las guerras “se sabe como empiezan, pero no como acaban”. Pero a nadie parece importarle esto último.


Unos cuantos analistas valientes, como Mueller, John Parachini y Michael Levi, han asumido el riesgo analizando los escenarios de desastres elemento a elemento. Para empezar, de las cuatro supuestas armas de destrucción masiva, tres son mucho menos destructivas que los buenos explosivos anticuados. Las bombas radiológicas o “sucias”, que son explosivos convencionales envueltos en material radiactivo (obtenido, por ejemplo, de desechos médicos), provocarían solo aumentos de radiación efímeros y de poca importancia […] Las armas químicas, a menos que se usen en un espacio cerrado como el metro (dónde aún así no causan tanto daño como los explosivos convencionales), se disipan en seguida, el viento los dispersa y el sol los descompone […] El desarrollo y utilización de armas biológicas capaces de originar epidemias tendría un coste prohibitivo, serían peligrosas para laboratorios amateurs, típicamente torpes, que intentasen fabricarlas.

S.Pinker. Los ángeles que llevamos dentro. El declive de la violencia y sus implicaciones.



¿Intervenir como solución?

¿Realmente sería más rentable intervenir? ¿Rentable para quién?

¿Que es lo que ocurre, que nadie parece tener clara su postura? Y si la tiene, son sus argumentos los que no están claros. ¿Por qué la duda revolotea por el ambiente cada vez que se plantea la cuestión "Intervenimos"? Desechemos la premisa que dice “si quieres la paz trabaja por la justicia” y sustitúyela por la que recomendaba Joshua Goldstein: “Si quieres la paz, trabaja por la paz”, y ya verás que rápido se disipan las dudas.

[…] Si Irán llega efectivamente a ser una potencia nuclear confirmada o presunta, la historia de la era nuclear sugiere que el resultado más probable sería nulo. […] Las armas nucleares han acabado siendo inútiles para todo salvo para la disuasión contra la aniquilación, razón por la cual las potencias nucleares se han visto desafiadas por sus adversarios no nucleares. El episodio más reciente de proliferación lo confirma. En 2004, se solía pronosticar que si Corea del Norte llegaba a tener capacidad nuclear, a finales de la década la compartiría con terroristas y  provocaría una carrera de armas nucleares con Corea del Sur, Japón y Taiwán. Pero lo cierto es que Corea del Norte alcanzó cierta capacidad nuclear-el final de la década ya queda lejos-, y no ha pasado nada. También es improbable que algún país proporcione munición nuclear a los cañones sueltos de una banda terrorista, puesto que perdería el control sobre su uso y, en cambio, sufriría las consecuencias.

 […] Aunque el régimen de Irán es abominable y en muchos aspectos irracional, cabe preguntarse si a sus responsables les importa tan poco seguir manteniendo el poder como para decidir autoaniquilarse en pos de una justicia perfecta en una Palestina radiactiva o de la llegada del Duodécimo Imán, con Jesucristo a su lado o no. Ya lo digo Thomas Schelling en su discurso de aceptación del premio Nobel de 2005:” ¿Qué otra cosa puede conseguir Irán, salvo quizá la destrucción de su propio sistema, con unas cuantas cabezas nucleares?  Las armas nucleares son demasiado valiosas para desperdiciarlas matando gente cuando, guardadas, podrían hacer que Estados Unidos, Rusia o cualquier otro país se lo pensara bien antes de plantearse una acción militar.

Aunque acaso parezca peligroso contemplar alternativas al peor de los panoramas, los peligros van en ambas direcciones. En otoño de 2002, George W. Bush avisó al país: “América no debe pasar por alto la amenaza que se prepara en nuestra contra. Frente a indicios claros de peligro, no podemos aguardar a la prueba final, que podría aparecer en forma de hongo nuclear”. Los “indicios claros” desembocaron en una guerra que ha costado más de 100.000 vidas y casi 1.000.000.000.000 de $ y no ha conseguido un mundo más seguro. La certeza petulante de que Irán utilizará armas nucleares, a despecho de sesenta años de historia en que las predicciones serias de catástrofes inevitables se han revelado una y otra vez equivocadas, podría conducir a aventuras con costes aún mayores.

S.Pinker. Los ángeles que llevamos dentro. El declive de la violencia y sus implicaciones.


He aquí, un pequeño resumen de varios actos de honor y sus consecuencias. Por supuesto, siempre en pos de la paz.

1953: USA derroca a Mossadeq, el Primer Ministro de Irán. Se instala el Shah como dictador.

1954: USA derroca al presidente de Guatemala, democráticamente electo. Murieron 200.000 civiles.

1963: USA  apoya el asesinato del presidente Sur Vietnamita, Diem.

1963-1975: El ejército americano asesina a 4 millones de civiles en el Sudoeste de Ásia.

1973: USA provoca un golpe de estado en Chile. El presidente democráticamente electo Salvador Allende es asesinado. Se instala el dictador Augusto Pinochet. 5.000 chilenos asesinados.

1977: USA mantiene el régimen militar en el Salvador. 70.000 Salvadorianos y 4 monjas americanas mueren.

1980: USA entrena Bin Laden y  a sus compañeros terroristas para matar Soviéticos. La CIA les da 3.000 millones.

1981: La administración Reagan financia a los “contras”. 30.000 Nicaragüenses mueren.

1982: USA le da miles de millones a Saddam Hussein en ayudas para comprar armas para matar iranís.

1983: La Casa Blanca le da secretamente armas a Irán para matar a los Iraquíes.

1989: Manuel Noriega, agente de la CIA (y presidente de Panamá) desobedece órdenes de Washington. USA invade Panamá y remueve Noriega. 3.000 bajas civiles panameñas.

1990: Irak invade Kuwait con armas de origen americano

1991: USA entra en Irak. Bush restablece la dictadura en Kuwait.

1998: Clinton bombardea una “fábrica de armas” en Sudan. Resultó ser una fábrica de aspirinas.

1991-hasta hoy: Aviones americanos bombardean Irak semanalmente. La ONU estima que 500.000 niños Iraquíes mueren por las bombas y las sanciones.

2000-2001: USA  le da 245 millones de dólares en “ayudas” al régimen Talibán Afghan.

11 de septiembre de 2001: Osama Bin Laden usa su entrenamiento de la CIA para asesinar 3000 personas en el atentado contra las torres gemelas.

Fuente: Moore, M. (2003). Bowling For Columbine.



El ansia de dominación política

Llevo varios días escuchando declaraciones y posturas respecto a la guerra civil de Siria, pero aún no he visto demasiadas caras femeninas. Exceptuando Ángela Merkel. Sin duda, si me preguntasen quien es la persona más apropiada para decidir qué hacer con Siria yo les diría que mi madre. No tiene ni el 99% de idea política que Ángela pero, precisamente por eso, seguro que su decisión no traería más guerra. Peguntar a mujeres de a pie, esa sería mi decisión política ante Siria. A ver qué opinan ellas.

[…] Cualquier hecho que debilite el concepto de dominación es probable que reduzca la frecuencia de enfrentamientos entre individuos y de guerras entre grupos. Esto no significa que las emociones que subyacen a la dominación desaparezcan-prácticamente forman parte de nuestra biología, sobre todo de cierto género-, pero es posible marginarlas.



Entre mediados y finales del siglo XX se produjo la desconstrucción del concepto de dominación y de virtudes afines a él como la virilidad, el honor, el prestigio y la gloria. Parte del debilitamiento deriva del proceso de “informalización” […] En parte esto se debe a los avaneces de las mujeres en la vida profesional. Las mujeres cuentan con la distancia psicológica que les permite ver las luchas por la dominación como si fueran enfrentamientos entre niños revoltosos, de modo que a medida que han adquirido influencia, la dominación ha perdido parte de su aureola […]

[…] Se ha considerado cada vez más que el impulso para dominar es un vestigio del proceso evolutivo. Un análisis cuantitativo de Google Books pone de manifiesto saltos recientes en la popularidad de la jerga biológica de la dominación: por ejemplo, testosterona (1960), jerarquía de dominación y pecking order (teoría del picoteo) (1960); y macho alfa (1990). En la década de 1980 se incorporó el gracioso término de envenenamiento por testosterona. Cada una de estas locuciones menosprecia lo que está en juego en los enfrentamientos por la dominación. Dan a entender que la gloria que buscan los hombres acaso no exista más que en su imaginación de primate- el síntoma de una sustancia química en su torrente sanguíneo, la representación de instintos que nos hacen reír cuando los vemos en gallos y babuinos-. Comparemos el poder distanciador de estos términos biológicos respecto a viejas palabras como “honorable” o “glorioso”, que objetivan el premio de una lucha de dominación, presuponiendo que ciertos logros simplemente son honorables o gloriosos por naturaleza. La frecuencia de ambos términos han ido disminuyendo continuamente en los libros de habla inglesa hace un siglo y medio. Una cierta capacidad para analizar nuestros instintos, en vez de aceptar ingenuamente sus productos en la conciencia como algo irremediable, es el primer paso para descartarlos cuando conducen a finales perjudiciales.

S.Pinker. Los ángeles que llevamos dentro. El declive de la violencia y sus implicaciones.




Pero el hombre, orgulloso,
investido de pequeña y breve autoridad
-ignorante de lo más seguro: su esencia vítrea-,
como un mono enojado realiza ante el cielo
fantásticas piruetas que hacen llorar a los ángeles.

William Shakespeare. Medida por Medida.



Jesús García Muñoz

Fuentes:









La importancia social de la cultura: ¿Quien gritó independencia?


El término "cultura", que originalmente significaba la cultivación del alma o la mente, adquiere la mayoría de sus posteriores significados en los escritos de los pensadores alemanes del siglo XVIII, quienes en varios niveles desarrollaron la crítica de Rousseau al liberalismo moderno y la Ilustración. Además, un contraste entre "cultura" y "civilización" está usualmente implícito por estos autores, aun cuando no lo expresen así. Dos significados primarios de cultura surgen de este período: cultura como un espíritu folclórico con una identidad única, y cultura como la cultivación de la espiritualidad o la individualidad libre. El primer significado es predominante dentro de nuestro uso actual del término "cultura", pero el segundo juega todavía un importante rol en lo que creemos debería lograr la cultura, como la "expresión" plena del ser único y "auténtico". Richard Velkley



La cultura globalizada

Se estrena nueva película de James Bond. Rápidamente todas las cadenas de televisión se apresuran para meterte entre pecho y espalda toda la saga, los juguetitos del Happy Meal hacen acopio, los cromos de las bolsas de patatas, las marcas de elegantes relojes o coches made in “007” y finalmente las conversaciones. ¿O es al revés? ¿Son primero las conversaciones? Realmente se trata de un proceso interactivo, en el que el ambiente interactúa (o en caso de la publicidad, manipula) con el espectador que ha visto la ultima de James Bond e influye en sus valores e intereses, y su vez, sus propios valores e intereses interactúan con el ambiente exterior. En resumen, lo interpersonal (la publicidad, perdón, el medio) interactúa con lo intrapersonal (el consumidor, perdón, el individuo).


En un mundo en el que cada día, la publicidad, la competitividad comercial y el posicionamiento en el mercado de “las ideas” tiene mayor valor, no viene mal recordar que la cultura también se compone de ese rol, del que hablaba Velkley, individual e intrapersonal. El que puede decidir por qué o quienes se dejará influir, el que puede decidir  a quién o quienes influir. El que es libre.

Películas, series, libros que se publican. Manifestaciones materiales, espirituales, pictóricas, esculturales, arquitectónicas, literarias, ideológicas, tweets, estados de facebook. La cultura es lo que se compone de todas estas manifestaciones. Y lo que es más importante, es lo que hace vibrar y brillar a la cultura. Esas manifestaciones representan a una o a varias personas que las identifican como parte de un conjunto mayor de individuos. Normalmente nuestra percepción está sesgada en este sentido, y la percepción de la masa de personas con las que compartimos valores es mayor en nuestra mente de lo que lo es en la realidad. Pero es la ilusión de compartir una idea con grupos de personas en aumento lo que mueve al “creador”. Porque otros tipos de saberes que se pueden calificar de instrumentales se mueven por “técnicos”, no por creadores, técnicos que se dedican a utilizar el medio, no a crear a partir de él. Pero a diferencia de estos saberes, la cultura es una creación del ser humano, una creación movida por la necesidad de ser compartida.

Así, la cultura se convierte en un bien  y fenómeno común, ya que todos y cada uno de nosotros, al vivir en sociedad, aprendemos de lo que nos transmiten las generaciones anteriores y, con ese conocimiento, podemos contribuir a que la cultura siga creciendo y perviviendo. Sin embargo, la cultura también nos diferencia, ya que cada grupo social construye sus representaciones culturales propias  de acuerdo a sus intereses, preferencias, miedos, inquietudes, etc. Así, no es lo mismo la cultura de un país occidental que la de un país oriental, como también puede ser diferente la cultura de una región de un país con otra región del mismo país o incluso las culturas que representan a diferentes grupos sociales que conviven juntos en un mismo espacio geográfico.

Hoy, debido al proceso de globalización y los avances en telecomunicaciones, transportes e internet, estas diferencias, se encuentran en un proceso exponencial de contraste, confrontación y disminución de sus diferencias potenciadores de conflicto, de manera que cogemos de otras culturas lo que nos es mejor y desechamos de las nuestras lo que no nos beneficia, mientras mantenemos lo que no nos perjudica. La disminución de la violencia, las revoluciones por los derechos de mujeres, homosexuales, etnias u otros colectivos marginados antaño dan fe de ello.

El sentimiento de pertenencia como motor de la cultura

La importancia social de la cultura  radica en el hecho de que es esta la que nos otorga un sentimiento de pertenencia. Cada uno de nosotros se siente representado por un grupo de tradiciones, conductas, hábitos, valores, emociones y pensamientos que son más o menos parte de la sociedad en la cual se desarrolla nuestra vida cotidiana y que nos ofrece una idea de pertenencia.

He aquí dónde encontramos la otra cara de la moneda. Si la cara de la globalización es la disminución de la diferencias entre culturas divergentes potenciadores de conflictos, la cruz es la disminución del sentimiento de pertenencia. Sentimiento y necesidad básica y placentera para todo ser humano. Que se lo digan a los hinchas de la selección española cuando Iniesta marcó el gol de la victoria en la final.

Pero lo nuestro, nuestro país, nuestra cultura (tanto a nivel macro, de país o continente, como a nivel micro, de familia o pareja) ya se nos queda pequeño solamente ante la inmensa ventana encima de nuestro escritorio. El hecho es que tenemos más posibilidades, más alternativas, somos más independientes. No tenemos porqué aferrarnos a nada, ni a nadie. La vida cotidiana se nos queda aburrida ante la exclusividad, frescura y novedad que tenemos a un click de ratón, o a una conversación por whatsapp. Que nadie crea que esto es una especie de defensa al  “patriotismo”, nada más lejos que eso. La globalización, ha permitido el respeto y la confrontación sana de ideas, la libertad de pensamiento y el intercambio de puntos de vista enriquecedores y constructores de una joven y prometedora cultura compartida internacional. Que el sentimiento de partencia se vea perjudicado es simplemente una condición de una necesidad humana que se sitúa en un continuo y, que como tantas otras, es sana en su equilibrado consumo. No en su exceso irracional, que puede llevar, incluso, al fascismo. Ni en su defecto que puede llevar a una existencia autónoma pero errante e inestable, Una vida indeterminada, desarraigada o insatisfecha constantemente sin razón de los individuos de una sociedad.

Teniendo esto último en cuenta, no es extraño que estudios psicológicos al respecto esclarezcan que en las sociedades de hoy se produzcan más emparejamientos civiles en las sociedades industrializadas que en las no industrializadas o menos desarrolladas. Se cree que la mayor soledad que se experimenta en las primeras es un factor fundamental para hacer de nuestras parejas una propiedad privada. No obstante, últimamente parece que el número de emparejamientos se está equiparando al de otras zonas más rurales. Había algo que no funcionaba, ni funciona. Y es que, parece ser que en la cultura de nuestro siglo los capitalismos sentimentales se están muriendo junto a los capitalismos económicos. Aunque, de momento, solo sea en nuestras mentes y en nuestra  cultura, y no tanto en la economía.

Si hay un sentimiento  despertándose aún, joven, que prima en la cultura inmediata actual es que el capitalismo y el neoliberalismo no funcionan. Estos, a pesar de que a priori no podemos redimirlos de la inmensa mayoría de nuestras mentes (y no de las mentes u acciones de nuestros gobernantes, como creen muchos ignorantes consumistas compulsivos) no funcionan. Había algo que no funcionaba, ni funciona. Pero si de algo es capaz la cultura es de enmendar sus propios errores.

"Durante toda mi vida he entendido el amor como una especie de esclavitud consentida.
Pero esto no es así: la libertad sólo existe cuando existe el amor. Quien se entrega totalmente, quien se siente libre, ama al máximo.  Y quien ama al máximo, se siente libre. Pero en el amor, cada uno de nosotros es responsable por lo que siente, y no puede culpar al otro por eso.  Nadie pierde a nadie porque nadie posee a nadie.  Y esta es la verdadera experiencia de la libertad: Tener lo más importante del mundo sin poseerlo."Once Minutos. Paulo Coelho.


No obstante, y a  pesar de la fuerza que siempre tendrá una cultura en la sociedad. Conviene dar un toque de atención. Quien piense que con las telecomunicaciones, internet y la globalización, la cultura puede crecer más como vehículo de las tradiciones, inquietudes, sentimientos, emociones y valores de unos ciudadanos que comotorpedo de innovaciones, seguridades (tan volátiles como el mercado), balances económicos, beneficios y productos sin alma es que no ha pasado por la, ¿madrileña?, estación de Vodafone sol, no conoce la liga de fútbol BBVA y no ha reparado en el teatro Cofidis. Quien crea que una cultura de productores y consumidores nunca podrá eclipsar hasta límites insospechados (quizás tan insospechados como las predicciones del próximo informe del FMI) a una cultura de personas libres es que no está al tanto de lo que pasa en el mundo. Y al ritmo al que pasa.


Si realmente la cultura es un proceso interactivo, quizás llegue el momento en el que la expresión plena e individual del ser humano auténtico (esa de la que hablaba  Richard Velkley) se revele contra todo un entorno que amenaza con irle quitando pedacitos de su alma a escondidas, en favor de una sociedad del bienestar materialista más minoritaria en tanto en cuanto todos nos emperramos en no quedarnos atrás, en que sea de todos y para todos. Pero nadie sacrifica su patrimonio, su proyecto de vida, su economía. Ni los que tienen menos, ni los que tienen más. No hacen falta PIB´s,  índices económicos, ni muchos ceros en la nómina del vecino para encender el orgullo, solo es necesario estos dos adverbios, “más” y “menos”. Y quizás el orden de ambos se haya invertido. Seria irrisorio que una simple cultura Maya que imaginó que en el futuro se invertirían los polos resultase ser más precisa y oportuna que las matemáticas de las ciencias económicas aplicadas al ser humano. ¿No les parece?

El archiconocido filósofo Friedrich Nietzsche dijo una vez que “el hombre de toda fe, “el creyente” de toda especie, es por necesidad un hombre dependiente.

En relación con esto, otros autores estudiosos de la psicología de los grupos humanos mantienen lo siguiente:

"La concepción del grupo como un todo dinámico debe incluir una definición del grupo que se basa en la interdependencia de los miembros (o mejor, de las subpartes del grupo). Me parece muy importante este punto, porque muchas definiciones del grupo toman como factor constituyente la similitud de los miembros del grupo más que su interdependencia dinámica. A menudo, por ejemplo, se define el grupo como compuesto por un número de personas con ciertas  semejanzas, especialmente de actitudes. Creo que es necesario entender que tal definición difiere fundamentalmente de la del grupo basado en la interdependencia de sus miembros. Es muy posible que un número de personas posean ciertas semejanzas  -por ejemplo, de sexo, raza, posición económica, actitudes- sin constituir un grupo en el sentido de ser partes interdependientes de un todo social.[…] No obstante es preciso comprender que une definición del grupo basada en la igualdad de los objetivos o del enemigo es también una definición por similitud. Lo mismo vale para la definición del grupo por el sentimiento de lealtad o pertenencia de sus miembros. Por consiguiente, si se desea utilizar el sentimiento de pertenencia como criterio del grupo, tal proceder será válido si se apunta hacia la interdependencia que ese sentimiento establece. Debe comprenderse, sin embargo, que la lealtad o sentimiento de pertenencia es solo una variedad dentro de los tipos posibles de interdependencia que pueden constituir un grupo (otros son la dependencia económica, el amor o la vida en común en un área determinada)." Lewin, 1978, p. 142-143

Sin duda, creo que Nietzsche tenía razón. Y también creo que faltan hombres dependientes. Creo, como Lewin, que hoy en día se desatienden otros tipos de interdependencia menos valorados por una cultura, que cada día, es menos cultura en una sociedad que, a pesar de su eficiencia, cada día es menos social, menos grupo y, en cambio, más empresa. ¿Empresa para qué? ¿Para quién?

Quizás antes de hacernos preguntas sobre todo el bien que hacemos a una sociedad, deberíamos preguntarnos, cuanto bien recibimos de ella. Quizás hoy, en este mundo superpoblado y lleno de recursos, no sea independencia lo que nos falta, sino todo lo contrario.


Y es que la cultura no solo se ha construido del anciano que cuenta sus batallitas, sino también del nieto dispuesto a escucharlas. Del mismo modo que la comunicación nunca se ha compuesto solo de emisor, sino también de receptor, la cultura no solo se ha compuesto por independientes, ya consagrados, proveedores de información, sino también por acreedores dependientes de ella.

Jesús garcía Muñoz



Dictadura cultural

Bien es sabido el sin fin de represiones que han supuesto las dictaduras a lo largo de la historia. Represiones violentas y físicas, represiones administrativas, represiones educativas, religiosas, lingüísticas, económicas, laborales, políticas. El sector cultural no iba a ser menos.


El teatro, el cine, la literatura, la poesía, las artes plásticas, la prensa. Los largos brazos de estos regímenes totalitarios pueden llegar tan lejos como se lo proponga su inflexible ceguera con miedo al cambio. Con miedo a perder la soberanía, la autoridad. Con miedo a la difusión cultural de ideas opuestas a las suyas o con la mínima posibilidad de constituir un peligro para su oxidado poder.

En un ambiente tal, en el que el ojo del poder tenebroso de “la falange” se cierne sobre cualquiera que ose mover una falange del dedo miñique de la mano izquierda, la cultura se convierte en uno de los medios más plausibles y utilizados por atrevidos artistas o escritores para provocar reacciones sociales, por débiles que fuesen. Reacciones casi bajo el umbral de la consciencia, solo entendible por aquellos más sensibilizados socialmente. El uso de símbolos literarios, metáforas e imágenes fueron esenciales para provocar estos llamamientos a reaccionar antes las injusticias palpables. Reacciones que más adelante constituirían los granos de arena que promovieron una revolución social. Los primeros pasos para derribar las dictaduras, los más valientes, muy posiblemente se dieron detrás de las páginas de un libro, detrás de una cámara de cine, encima de un escenario o sujetando temblorosamente una pluma, bajo el repiqueteo de una metralla en una alcoba, el estallido de bombas de racimo a lo lejos, o fusiles abriendo fuego en la calle.

Si bien es cierto que los valientes eran a menudo acallados. La censura llegó a temas no relacionados directamente con la política: literatura, poesía, canciones, artes plásticas, cine y teatro. Se impuso un modelo cultural definido según los criterios establecidos por el Estado. Algunos ejemplos concretos de censura cultural en España son los siguientes:

La censura cultural

Teatro

Un Consejo Central del Teatro (1937), dependiente de la Dirección General de Bellas Artes, presidido por Josep Renau, con Antonio Machado y María Teresa León como vicepresidentes, se forma con el objeto de orientar las actividades teatrales, formar elencos y crear escuelas de teatro. Este Consejo también es censor de los espectáculos en su aspecto artístico-cultural, velando también por que el contenido de los espectáculos teatrales no sea contrario a la línea de la República y del Frente Popular.
Al principio predominó un teatro cómico destinado a la burguesía. En los años 40 comenzó un teatro de humor más intelectual. Destacan Eloísa está debajo de un almendro de Poncela y Tres sombreros de copa de Miguel Mihura.  En los 50 surgió un teatro social que reflejaba los problemas del país. Surgió con el estreno de Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo.  En los años 60 y 70 surgió la experimentación escénica. Se dio más importancia al espectáculo. Autores como Fernando Arrabal y grupos independientes como Els Joglars y Tábano.

En 1975, tras la muerte de Franco y la coronación del rey Juan Carlos I, las libertades democráticas eliminan la censura y muchos escritores regresan a España.

Cine

En la España franquista, se creó la Junta Superior de Censura Cinematográfica. Algunos de sus principios reguladores fueron quela producción cinematográfica debía promover la iniciativa privada. El Estado estaba obligado a proteger la cinematografía nacional y a difundir los valores patrioteros. Y se preservaba la producción de Documentales y Noticiarios.

Mogambo, película americana realizada por Juan Ford en 1953 trata de un drama amoroso cuya acción se celebra en la selva keniana. La censura sobre esta película consistió en que Donald Sinden y Grace Kelly no estuvieran casados, sino que fueran tan sólo hermanos, entonces la gente no entendía por qué dos hermanos se dieron besos en la boca.


Prensa

La prensa atravesó dos etapas censoras perfectamente definidas.

En la primera (1938-1966), el Gobierno dictaba el contenido de los periódicos. Todos los periódicos deben coincidir en decir las mismas cosas de la misma manera. Todo un canto a la diversidad de opinión y a la variedad de ideas. No es extraño que las neuronas de muchos abuelos españoles, aún estén engarrotadas tras semejante actividad física intelectual.

En la segunda (1966-1977), la ley de Prensa e Imprenta da libertad a las empresas. Y los periódicos comienzan a diferenciarse.

Durante la Guerra civil, tanto en la zona republicana  y nacional se crearon organismos oficiales dedicados exclusivamente a la propaganda (el ministerio de Propaganda en la zona republicana y la delegación de Prensa y Propaganda en la nacional). En la zona geográfica perteneciente a cada bando sólo podían editarse periódicos adictos, y sometidos a una fuerte censura de guerra.

El texto no debía:
- socavar los principios políticos de la régimen o atacar sus instituciones.
- chocar con la moral sexual
- repugnar el dogma católico o ofender a sus representantes


Poesía

Tras la Guerra Civil surgieron dos tipos de poesía:

Poesía arraigada: (conservadora), autores como Leopoldo Panero o Luis Rosales.

Poesía desarraigada: expresaba un sentimiento de angustia hacia la vida. Destacan obras como: Hijos de la ira (Dámaso Alonso) y Ángel fieramente humano, Redoble de conciencia (Blas de Otero). La poesía desarraigada evolucionó hacia la poesía social de los 50. El principal precursor de la poesía social fue Miguel Hernández (Viento del pueblo, El hombre acecha).En esta poesía destacan: Blas de Otero: Pido la paz y la palabra, Que trata de España, Gabriel Celaya: Defendió la idea de que la poesía era un arma cargada de futuro, José Hierro: Tierra sin nosotros, Quinta del 42


El poder del subsconsciente

A pesar de toda la censura, parece ser que la herencia cultural, los símbolos y los mensajes escondidos únicamente legibles a través de los ojos de los más sensibles y sensibilizados, terminaron por dar su fruto.

Grandes obras de todos los tiempos han calado fuertemente, y siguen calando, hasta nuestros días. Películas como Pa negre, Los girasoles ciegos, Bienvenido Mr. Marshall, El verdugo, Los santos inocentes, El lobo reflejan sentimientos que siguen vivos aún en nuestros mayores que bien vivieron la época de la guerra y la posguerra.

Otros films como La vida de Brian (1979) de los Monty Python  con fuerte censura católica, acabaron propagándose como una plaga total de risa, humor inteligente y fuerte crítica social, política y religiosa que llega hasta nuestros días consagrada como una de las más grandes comedias de todos los tiempos.

Durante el estreno en Suecia, había carteles que decían: "Esta película es tan divertida que la han prohibido en Noruega"

En Reino Unido, el escándalo solo aumentar las cifras de taquilla. La vida de Brian iba a enfrentarse al mayor reto en términos de lucha contra la censura. Sólo dos años antes, el periódico Gay News había sido denunciado por publicar un poema que describe lo que imagina un centurión romano durante la crucifixión de Cristo; el director de la publicación fue condenado a una pena de nueve meses de prisión. La película fue clasificada como para mayores de 14 años, lo que ya significó una derrota para sus críticos. Pero finalmente serían los ayuntamientos los que decidirían si permitían o no su distribución. Solo algunos la vetaron. Ese mismo año, "La vida de Brian" fue la cuarta producción cinematográfica con más recaudación.

La  archiconocida obra de El Señor de los Anillos de Tolkien, también contiene fuertes alusiones al fascismo, y aunque parezca increíble, y pese al gran número de lectores y espectadores que ya han vivido esta historia vestida de fantasía, no muchos se han percatado de dichas alusiones a la dictadura. Tolkien sufrió en sus propias carnes la crudeza de la guerra, combatió en ella en el bando británico durante la primera guerra mundial. No es extraño que gestándose dónde se gestaron, sus libros irradiaran ideas como “Mordor”, “Orcos” (en su origen elfos) o “señores del anillo”.  Los puertos grises (en dónde se adentran Gandalf y Frodo al final del Film), el paso del rio hacia los puertos que se puede observar en la imagen (custodiado por dos guerreros raramente asimétricos con el brazo izquierdo en signo de “stop”), el anillo de poder, Saurón, los hobbits, los enanos, todo tiene un significado más profundo extraído de la misma  realidad de la guerra si se sabe leer entre líneas. Tolkien, en 1967 protestó contra una descripción de la Tierra Media como “nórdica”, un apelativo que no le gustaba nada por el racismo falso que suscitaba. Tolkien despreciaba a Adolf Hitler, y le acusaba: “Arruina, pervierte, aplica erradamente y vuelve por siempre maldecible ese noble espíritu nórdico, suprema contribución a Europa, que siempre amé e intenté presentar en su verdadera luz”.

Tiempo después hablaría de Hitler como de uno de los idiotas militares, un pillo vulgar e ignorante. De su propio bando tampoco le gustaba la propaganda antialemana demagógica empleada durante la Segunda Guerra Mundial para reforzar el esfuerzo de guerra británico.

“Mis opiniones políticas se inclinan más y más hacia el anarquismo (entendido filosóficamente, lo cual significa la abolición del control, no hombres barbados armados de bombas) o hacia la monarquía inconstitucional. Arrestaría a cualquiera que empleara la palabra Estado (en cualquier otro sentido que no fuera el reino inanimado de Inglaterra y sus habitantes, algo que carece de poder, derechos o mente) [...]”


Sea porque lo prohibido nos atrae, sea porque la verdad acaba saliendo a la luz, la dictadura cultural siempre ha sido una contradicción en sí misma. La cultura se siente atraída por la libertad de expresión, es su hábitat natural, se reproduce en la diversidad de opinión. Atarla de pies y manos solo ha servido para convertir a una mosca cojonera en una hidra con múltiples y regenerables cabezas a lomos de la cual hoy la cultura campa a sus anchas por el mundo sin rival económico, administrativo, religioso, o incluso, político. Esa hidra es Internet. Algún hombre poderoso imaginó internet, pero jamás imaginaría que su revolucionaria arma que en su día le otorgaría poder, el día de mañana servía para quitárselo.
Porque, como se dice en la película V de Vendetta, (del comic del personaje cuya máscara se ha convertido en prenda real a llevar en las manifestaciones europeas y en improvisado rostro para toda actuación de Anonymous) cuando están apuntando perplejamente con un revolver a V, después de haberle disparado ya varias veces:

-¿Por qué no te mueres?
-Porque debajo de esta máscara hay carne y hueso, debajo de esta máscara hay ideales, y los ideales están hechos a prueba de bala.


Jesús García Muñoz

Fuentes: