Remate de cabeza

¿Porqué a los hombres nos gusta tanto el fútbol?

Después de ver este video por fin podrás responder a tu inquietud.


Es mucho más probable que alguno de esos futbolistas no entendiera el mensaje de fondo de su entrenador y hallan reaccionado simplemente a cuando grita, a que tu sigas sin pillar porque a los hombres nos gusta tanto el fútbol.Pero si aún no lo has entendido, se puede traducir a lenguaje femenino. Vuelve a ver el vídeo y substituye "equipo" por "familia" y descubrirás que  el fútbol no es tan distinto de las guerras en la antigüedad o sencillamente "defender a los tuyos". No son 11 tíos detrás de un balón, es un sentimiento ancestral de todo hombre, aunque todavía la mayoría no sepamos definir sentimiento.


Cristiano y el síndrome de Blancanieves. 22/08/2012

La obsesión por ser el mejor jugador del mundo y por ganar la comparación con Messi ofusca a la estrella de Portugal


En la cultura futbolística latina, la figura del psicólogo sigue despertando recelos. Muchos jugadores la entienden como el reconocimiento de una debilidad. A pesar de ser muy recomendable en algunos casos, como ahora para desbloquear la obsesión de Cristiano Ronaldo por la conquista del Balón de Oro, según la opinión del periodista Bruno Prata, del diario luso Publico y amigo del delantero del Real Madrid.

Cristiano se ve con cierta ventaja respecto a Leo Messi para lograr por segunda vez (la primera fue en 2008) el prestigioso galardón individual. Pero para consolidar esa ventaja, sabe que debe marcar diferencias en esta Eurocopa. Y ahí empezó la ofuscación: ocho disparos y cero goles en los partidos ante Alemania y Dinamarca. A pesar de generar ocasiones y jugar con la ambición de siempre, erró incluso algún mano a mano con el portero danés Andersen, algo improbable al frente de la delantera del Real Madrid. Demasiada presión, piensa Prata, que argumenta: “Al ser un profesional al 150%, puede haber llegado a obcecarse y debería volver a disfrutar del juego. A eso le podría ayudar un psicólogo”.

Hasta ahora, suma ocho disparos y ningún gol, y ha fallado ocasiones claras

También a alegrarse de los goles de sus compañeros, como el tercero de Varela ante Dinamarca, porque a veces da la impresión de aislarse de las celebraciones. Como si él jugara por un lado y Portugal por el otro. Y sus intereses no siempre fueran coincidentes. 

Al ponerse al frente de la selección alemana en 2004, una de las primeras decisiones de Jürgen Klinsmann fue contratar a un psicólogo. En Portugal, recuerda Prata, también ha funcionado en el Oporto, donde el psicólogo mejoró notablemente el rendimiento del central internacional luso Bruno Alves, menos pendenciero desde sus consultas con el experto de la mente. Es el mismo que trató durante su estancia en el Oporto al madridista Pepe: en los últimos años en el Bernabéu, el central de origen brasileño lo ha echado de menos.

Tampoco acudió a celebrar con sus compañeros el tercer tanto a Dinamarca

Cristiano padece el síndrome de la madrastra de Blancanieves. Al levantarse cada día, se pregunta: “Espejito, espejito, quién es el mejor futbolista del mundo”, según la metáfora del periódico alemán Süddeutsche Zeitung. Por eso, cuando en el estadio de Lviv, el pasado miércoles, los aficionados daneses corearon el nombre de Messi, la reacción de Cristiano fue infantil e irrefrenable: “A estas alturas del año pasado, él estaba eliminado de la Copa América. Eso es peor, ¿no?”. El diario argentino Olé no tardó en replicarle: “A Cristiano le informaron mal: Argentina fue eliminada por Uruguay en los cuartos de final”.
En una entrevista al periódico francés L’Équipe , el representante de CR7, Jorge Mendes, expuso que Cristiano será recordado como el mejor jugador de la historia por haber sido el único capaz de plantar cara al Barça y a la selección española, los dos mejores equipos de las últimas generaciones.
Hace dos años, Ronaldo ya pasó una sequía en la selección lusa de 16 meses sin marcar. Su relación ha sido a menudo difícil. Ahora llega a la Eurocopa tras una temporada extenuante. Ha disputado un total de 5.826 minutos, casi 65 partidos completos. “Es difícil entender cómo su talento parece repentinamente oxidado. Cuando esté menos obsesionado por las victorias, por los goles y por él mismo, todo será más fácil. Para él y para Portugal”, concluye Prata.

Fuente: http://deportes.elpais.com/deportes/2012/06/16/eurocopa_futbol/1339868004_412383.html

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