viernes, 1 de noviembre de 2013

El número 7 en la cultura



En este momento hay seis mil cuatrocientos setenta millones, ochocientos dieciocho mil, seiscientos setenta y un habitantes en el mundo. Algunos huyen asustados. Otros vuelven a casa. Algunos cuentan mentiras para poder sobrevivir. Otros se enfrentan a la verdad. Algunos son hombres malos en guerra contra el bien. Y algunos son buenos, y luchan contra el mal. Seis mil millones de personas en el mundo. Seis mil millones de almas. Y a veces solo necesitas a una.

Película Siete Almas.

El 7 es un número muy recurrente en la cultura desde tiempos ancestrales. Son 7 los días de la semana, 7 los colores del arco iris y 7 los pecados capitales. Hubo 7 astros visibles. Hay 7 notas musicales, 7 maravillas del mundo, 7 artes, 7 continentes, 7 chacras, 7 niveles de conciencia, y así hasta límites insospechados. Se dice que en los números ves lo que quieres ver. ¿Y tú? ¿Qué quieres ver?


Imagen extraída del film "El Hombre de Acero"
Nunca he soportado a los comerciales. Tampoco creo que mucha gente pueda llegar a apreciar a esa clase de ser capaz de meterse en tu vida cotidiana sin ningún tipo de educación. Capaz de incrustar el pie en el quicio de la puerta para venderte una aspiradora, la última tecnología del mercado o incluso su alma en un contrato falso.

Pues bien, por azares del destino este servidor acabó hace poco de comercial. Miento, no son azares del destino, se llama “necesidad subjetiva de dinero fácil”, solo quería pagarme unos estudios…como tantos estudiantes de hoy que no paran de protestar por su situación. Pero no me miren mal. Trabajé de comercial de la cruz roja captando socios… o eso ponía en la oferta de empleo. Iluso de mí, pensé que al menos que ya que iba a ser un comercial, podría serlo por una buena causa. Que equivocado estaba. Las buenas causas no pueden ser un negocio, al menos ya no.

Jugando a adivinar el futuro

Todos los jóvenes tienen el mismo sueño: salvar el mundo. Algunos lo olvidan rápidamente, convencidos de que hay otras cosas importantes que hacer, como formar una familia, ganar dinero, viajar y aprender una lengua extranjera. Otros, sin embargo, deciden que es posible tomar parte en algo que suponga una diferencia en la sociedad y en la manera en que el mundo les será entregado a las generaciones futuras.

Y empieza la elección de profesión: políticos (que al principio siempre desean ayudar a la comunidad), activistas sociales (que creen que el crimen se debe a la diferencia de clases), artistas (que creen que todo está perdido, que hay que empezar de cero) y... policías.

Paulo Coelho. El vencedor está solo


Nada más llegar a la entrevista de trabajo nos recibió el que sería nuestro jefe, un hombre joven, dinámico, con labia, arrogante y sin pelos en la lengua para dejarnos claro a todos lo orgulloso que estaba de su arrogancia. Era una entrevista grupal, en la que todos, como pasmarotes, recibíamos sabias lecciones de un jovencísimo emprendedor que funcionaba por objetivos hasta para darse una ducha. Si acababa a tiempo, o si llegaba pronto a un sitio, se daba un capricho. Decía que esa debía ser la ideología del vendedor. La competitividad, el superarse a uno mismo, el ponerse metas hasta para ir regularmente al baño.

Nos dejó bien claro que no estábamos en la cruz roja, sino en una empresa de marketing que trabaja para la cruz roja. Cosa que no ponía en la oferta de empleo. Desde luego un buen vendedor. ¿Y esto por qué? Porque sencillamente les consiguen a la cruz roja mas socios que otras empresas “con menos éxito”. Y más socios en las ONG´S es menos hambre en el mundo. O eso creemos. Nos restregó, (sin venir a cuento de nada en una entrevista) por nuestros jóvenes e inocentes rostros (que todavía buscaban un atisbo de nuestra idea de “ONG” por la que estábamos ahí sentados), la irrespetuosa suma de dinero con la que se hacía cada vez que conseguía unos cuantos socios para la organización no gubernamental.




El hombre prosiguió su show, su solitario monólogo, su rentable obra de teatro seduciendo a los aspirantes con una prueba en la que todos debíamos apuntar (sin pensarlo mucho, de forma refleja y casi inconsciente) un número del 1 al 10 y él, con todo su poder, lo adivinaría. Supuestamente, era un ejemplo para ilustrar la importancia de predecir la reacción del comprador a la hora de hacer una venta. Y la importancia de saberse anticipar a ella. Yo, estudiante de psicología, ya me sabía el truco, pero aún así puse el número que más me gustaba, el 7, dejé que se luciese, pude anticiparme a él, pero no lo hice.

Cuando todos acabamos, dijo señalándonos uno a uno que número habíamos escrito, y como ya anticipó, acertó más de la mitad de la veces. La mayoría habíamos elegido el 7.

Seguidamente explicó con palabras llanas, pero no menos acertadas, porque razón la gente elige el 7. El 5 era “ni fu ni fa”, demasiado obvio, los números de los extremos  casi nunca se eligen (1, 2, 3,8, 9 y 10) por una razón tan inconsciente como instintiva y ridícula. Parece ser que en los extremos nuestra decisión está “más desprotegida”, sin embargo en el protegido interior de la franja de elección, pero no justo en el medio (5 y 6, que son demasiado obvios) encontramos el 4 y el 7.  Y de entre estos, no se sabe exactamente la razón (se presume que quizás por ser el mayor de entre los dos y por legado cultural) el 7 es el preferido.

Es vomitivo cruzarse con esa clase de persona capaz de engañar con tal de sacar algo para su propio interés, pero aún lo es más cruzarse con alguien que lo hace usando la caridad por bandera. No porque sea caritativo, sino porque la caridad vende más. Es muy triste que la solidaridad se convierta en un negocio rentable.

Nunca he soportado a los comerciales arrogantes, ese ser capaz de convertir una conversación en manipulación, y el altruismo en negocio e interés. Ese ser capaz de  escoger, “a conciencia”, el 6.



Los precursores culturales

El siete es un número muy recurrente en la cultura. El origen de esta popularidad está en la observación del cielo por los antiguos astrónomos. La inmensa mayoría de las estrellas no cambiaban de posición las unas respecto a las otras durante el año. Sin embargo, observaron siete cuerpos celestes que sí lo hacían. El Sol y la Luna, eran los dos primeros. Los otros cinco eran los planetas que pueden verse a simple vista, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, y que los pueblos antiguos consideraban estrellas móviles.

Estos siete astros (bautizados en honor a dioses romanos) les dieron nombre a los días de la semana en muchos idiomas: lunes (Luna), martes (Marte), miércoles (Mercurio), jueves (Júpiter) y viernes (Venus). En español, “sábado” procede del nombre la fiesta hebrea “Sabbat” y domingo de la palabra latina “Dominus” que quiere decir “el Señor”. No obstante, en idiomas como por ejemplo el inglés, se mantienen los nombres originales de estos dos días: Saturday de “Saturn” (Saturno) y Sunday de “Sun” (el Sol).


Más ejemplos

7 es el número que se le suele asignar al jugador creativo del equipo de fútbol, al alma y líder del grupo.007 es el código del espía más glamuroso que conocemos. Hay 7 notas musicales, con sus correspondientes 7 valores, a su vez tienen 7 alteraciones (sostenidos y bemoles) distinguibles por el oído humano y 7 silencios. 7 reinos hay en la superventas Juego de Tronos y conseguir tres sietes en las máquinas tragaperras hace que se gane el premio gordo.


Los 7 brazos del Menorá, el candelabro sagrado y litúrgico judío. Los 7 metales conocidos en la antigüedad: hierro, cobre, estaño, mercurio, plomo, oro y plata. Los 7 sacramentos católicos: bautismo, confirmación, eucaristía, penitencia, unción de los enfermos, matrimonio y orden sacerdotal. Las 7 maravillas del mundo. Cada 7 años el ser humano experimenta cambios significativos en su desarrollo personal. Las 7 partidas de Alfonso X el Sabio. Las 7 esferas del dragón de Dragon Ball. Los Las 7 esmeraldas del Caos de Sonic the Hedgehog. Las supuestas 7 vidas del gato. Los 7 tomos de Las Crónicas de Narnia, las 7 divinidades principales en la saga de Memorias de Idhún, los 7 libros de Harry Potter  y sus 7 horrocruxes. 7 vértebras cervicales tienen la gran mayoría de mamíferos, existen 7 tipos de virus, según la clasificación de Baltimore y 7 puntas tiene la tiara de la estatua de la Libertad.

Los hindúes reconocen 7 ramas del saber (Raja, Karma, Jnana, Hatha, Laya, Bhakti y Mantra)  y 7 ciudades sagradas de peregrinación o "nágaras" (Ayodhya, Máthura, Gaya, Casi, Kanci, Avanti y Dv Araka); además, su filosofía habla de 7 centros de energía: los "chakras". En la religión islámica hay 7 estadios o cielos. El Triunfo o Carro del Sol triunfante representado por el 7º Arcano del Tarot. En la astrología china hay 7 constelaciones norteñas llamadas xúanwǔ (玄武), la cual, también se conoce como el espíritu del cielo del norte. Pitágoras lo denominó “el número perfecto” y el escritor italiano del siglo XII, Dante Alighieri, frecuentemente lo usaba en sus obras. William Shakespeare dividió el desarrollo del hombre en 7  edades: infancia, niñez, el amante, el soldado, el adulto, la edad avanzada y la senilidad. También se dice que fueron 7 los reyes de Roma y 7 sus colinas.

El FMI (fondo monetario internacional), con síntomas de padecer una enfermedad degenerativa, es controlado, entre otros, por el G-7 un grupo de  7 países industrializados del mundo cuyo peso político, económico y militar es muy relevante a escala global. Está conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. La cultura maya realizó 7 profecías, en la séptima se pronosticaba un cambio exponencial y cualitativo en las conciencias a partir de 2012. A finales de 2011 alcanzamos los siete mil millones de habitantes en el planeta (C.Nogueira. El ciudadano 7.000 millones. El País, 2011). Un crecimiento exponencial e insostenible que muchos catastrofistas empiezan a temer. (Pero este texto no tiene intenciones pesimistas o catastrofistas. Todo lo contrario. Tiene un optimismo que no entienden ni los que se  las dan de “fuertes”, eso que son capaces de solventar cualquier obstáculo, aquellos preocupados por la “mejora” de las cosas, esos que, sin dudarlo, se consideran más optimistas que nadie.)

Lo encontramos en películas como Seven, Los siete samuráis, Los siete magníficos, Siete días de mayo, Siete novias para siete hermanos, Blancanieves y los siete enanitos, Siete años en el Tibet, Siete es el número equivocado

En la simbología judeocristiana, el siete ocupa un lugar privilegiado: es el número más evocado desde el primer libro del Antiguo Testamento (Génesis) hasta el último del Nuevo (Apocalipsis, del griego “Ἀποκάλυψις” que no significa fin de nada, sino “revelación”). Sólo en este último apareceel 55 veces. Algunos ejemplos son: los 7 Sellos, cuya sección comienza con la famosa descripción de los 4 jinetes del Apocalipsis, que llevan numerosas plagas a la humanidad. Durante la apertura de cada sello, se desarrollan también las visiones de cataclismos naturales, que concluyen con el juicio final. Con la apertura del séptimo sello, comienza el desarrollo de un nuevo simbolismo numérico de catástrofes anunciadas por 7 trompetas. También se habla de  7 ojos 7 cuernos y 7 espíritus que pertenecen “al cordero de dios”. También hay 7 colinas, 7 espadas, 7 reyes y 7 copas que representan a colectivos, ideologías y acontecimientos que supuestamente tendrán peso y se irán sucediendo hasta la llegada de “el reino de los cielos”.


El alma humana. El origen cultural.

Según ciertas fuentes, el autor (supuestamente el apóstol san Juan) escribió el libro del apocalipsis después de sobrevivir por poco a una tortura que casi acaba con su vida. En condición de desterrado en la isla griega de Patmos y en sus últimos días decidió escribir el contenido de una supuesta “revelación”.

Dadas estas circunstancias no es de extrañar el gran número de alusiones a números que guardan significados ligados al alfabeto griego. Y tampoco serían de extrañar las alucinaciones, algo que está por debajo del umbral de  “la conciencia”

Señalar que la variante occidental del alfabeto originó el etrusco y de ahí el alfabeto romano. Atenas adoptó en el año 403 a. C. la variante oriental, dando lugar a que poco después desaparecieran las demás formas existentes del alfabeto.


En este, encontramos “el origen”. Al menos del que tenemos constancia histórica. La letra Ψ “psi” de “psique”, que significa “alma humana” se asociaba al valor de 700, y representaba la “perfección y equilibrio”.

El significado surge a partir de la asociación de la letra Psi con la palabra griega “Psiqué”, que originalmente tenía el significado de “mariposa” (de hecho podemos asimilar fácilmente la forma de la letra con el dibujo estilizado de una mariposa con las alas desplegadas). Posteriormente pasó a utilizarse el término con los sentidos de “soplo de brisa”, “aliento”, “ánimo” y, finalmente “alma”, recordemos, asociada al valor 700.

Así, cobra sentido que el autor (influido por la cultura griega)  identificara el 666 como símbolo casi-perfecto. Aquel que quiere llegar al 7. Por ello representaría a Lucifer, el ángel caído de Dios (el alfa ά y el omega Ω, el principio y el final) que en el intento de ser tan puro, divino y perfecto como él, se malogró y cayó a los infiernos.

Hamid sabe que no sirve de nada luchar contra el inconsciente colectivo. Los tonos, los accesorios, los tejidos, los supuestos actos benéficos de la Superclase, los libros que se publican, la música que suena en la radio, los documentales de ex políticos, las nuevas películas, el material que se usa para hacer zapatos, los sistemas de abastecimiento de coches, los abajo firmantes para los congresistas, los bonos que venden los mayores bancos del mundo, todo parece estar concentrado en una sola cosa: salvar el planeta. Se están creando fortunas de la noche a la mañana, las grandes multinacionales consiguen espacios en la prensa gracias a alguna que otra acción irrelevante en esa área, organizaciones no gubernamentales sin escrúpulos ponen anuncios en poderosas cadenas de televisión y reciben cientos de millones de dólares en donaciones, porque todos parecen absolutamente preocupados por el destino de la Tierra.
                  
Cada vez que veía en los periódicos o en las revistas a los políticos de siempre utilizando el calentamiento global o la destrucción del medio ambiente como plataforma para sus campañas electorales, pensaba para sí: ¿Cómo podemos ser tan arrogantes? El planeta fue, es y será siempre más fuerte que nosotros. No podemos destruirlo; si traspasamos una determinada frontera, nos eliminará por completo de su superficie, y seguirá existiendo. ¿Por qué no hablan de "no dejar que el planeta nos destruya"?

Porque “salvar el planeta”  da sensación de poder, de acción, de nobleza. Mientras que «no dejar que el planeta nos destruya» puede conducirnos a la desesperación, a la impotencia, a la verdadera dimensión de nuestras pobres y limitadas capacidades.

Paulo Coelho. El vencedor está solo


En 1956, uno de los pioneros de la cognición, George A. Miller, afirmaba que nuestro límite en la memoria inmediata estaba en siete más /menos dos estímulos, es decir, oscilaba entre 5 y 9. Sin embargo el concepto “unidad de información” no fue definido completamente, de tal manera que una unidad podría ser un número, una palabra, una frase, un párrafo, un bloque de información o una idea.

Sin duda la aplicación de este estudio puede realizarse a multitud de ejemplos de nuestra vida cotidiana. Teléfonos que no superan un número de 7 dígitos, contraseñas, nombres de usuario, códigos, direcciones, seducir  “a conciencia” a aspirantes en una entrevista de trabajo, captar socios, conseguir feligreses atenazados por "el fuego del infierno", escribir este artículo, llamar la atención, diseñar herramientas para hacernos la vida más fácil y cómoda , salvar el mundo, crecer más como especie o… ¿quién sabe? para nada de eso, sino, sencillamente, para salvar auténticamente la humanidad.

Su compañera se tumbó en la cama, a su lado, y apoyó la cabeza en su regazo.
—El que me hizo ver todo esto fue un extranjero que conocí esta noche, mientras estaba allí, perdida en medio de la multitud, sin saber qué decir. […] Me pidió que mirara a mí alrededor: estábamos rodeados de personas llenas de seguridad, de gloria, de conquistas. Comentó: «No se están divirtiendo. Creen que han llegado a la cima de sus carreras, y la inevitable bajada los asusta. Han olvidado que todavía les queda todo el mundo para conquistar, porque...»
—...porque se han acostumbrado.
—Exacto. Tienen muchas cosas y pocas aspiraciones. Están llenos de problemas resueltos, proyectos aprobados, empresas que prosperan sin necesidad de ninguna interferencia. Ahora sólo les queda el miedo al cambio, y por eso van de fiesta en fiesta, de reunión en reunión, para no tener tiempo para pensar. Para ver a la misma gente, y pensar que todo sigue igual. Las seguridades han sustituido a las pasiones.
—Quítate la ropa —le dice su compañera, intentando evitar cualquier comentario.
Jasmine se levanta, se quita la ropa y se mete debajo de las mantas.
—Desvístete tú también. Y abrázame. Necesito que me abraces, porque hoy creí que me ibas a dejar marchar.
Su compañera también se quita la ropa y apaga la luz. Jasmine se queda dormida en seguida entre sus brazos. Permanece despierta algún tiempo mirando al techo, pensando que, a veces, una chica de diecinueve años, con su inocencia, puede ser más sabia que una mujer de treinta y ocho. Sí, por más que lo temiese, por más insegura que se sintiera en ese momento, se vería forzada a crecer. […] Los meses siguientes serían muy difíciles.

Pero lo que nadie más sabe es que ella tiene una fuerza absoluta, total, que la ayudará a superar todas las dificultades: el amor de la mujer que ahora dormía entre sus brazos. Por ella, lo haría absolutamente todo, salvo matar. Con ella sería capaz de todo, incluso de vencer.

Paulo Coelho. El vencedor está solo


Se dice que en los números ves lo que quieres ver. ¿Y tú? ¿Qué quieres ver?


Quiero ver si en vuestros ojos hay humanidad
Quiero ver como caéis



¡Revélate!



En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás. El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará. Les aseguro que en esa noche, de dos hombres que estén comiendo juntos, uno será llevado y el otro dejado; de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada" (Lucas, 17).

La mirada celestial






La mitología se explica por si misma y explica todo lo que en el mundo es, no porque se haya inventado para proporcionar explicaciones sino porque tiene la cualidad de ser explicativa (Kerenyi 1994)







Jesús García Muñoz 



Fuentes:





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