domingo, 3 de marzo de 2013

Linces Cegatos


1-La revolución industrial. Producción en masa. Júbilo popular. Después, puestos de trabajo inexistentes, desaparecidos, substituidos por máquinas.Ya no hay tanto júbilo. Hoy muchos se arrastrarían por esos puestos de trabajo. Cada vez se produce más rápido, las empresas pueden crecer en consecuencia,  más rápido. Las inversiones por tanto también. Pero con lo que no cuentan los inversores y especuladores financieros es que también hay más empresas en ardua competencia por crecer aún más rápido que su vecina.

Entonces llegan las equivocaciones, las malas inversiones. Apostaron por el caballo equivocado (pero no por lento sino porque los demás fueron más rápido) y entonces llegan las deudas privadas y las quiebras que acaban pagando los mismos pringados de siempre; el pueblo, lo público, los lentos, el estado…como prefieran llamarlo. Ya no hay tanto júbilo. Todos ciegos.

2-La revolución de las telecomunicaciones. Internet. Información en todas direcciones de todas partes, hacia todas partes. Comunicación más eficiente. La globalización está permitida. La comunidad del Euro. Una sola moneda. Más transacciones, más consumo de todas partes, hacia todas partes y países. Más competencia, un panorama más amplio de oportunidades de éxito pero también un panorama más amplio de empresas, más difícil predecir en las inversiones.


Mejoras de Internet.Hay que predecir. Comunicación más eficiente. Tomas de decisiones defectuosas a pesar de ello. Tanta información no es abarcable. Más avances, más bases de datos de más empresas, mejores procesadores para soportarlas, mas flujos económicos, más índices, más actualizaciones,¡hay que desmarcarse! más cambios más rápidos...más fallos. Mejoras de los gigantes de las telecomunicaciones. Hay que abarcar, hay que producir, I+D+I, adelantarse al rival de la otra empresa, atraer a los inversores…hay que ganarse su confianza para poder tener su dinero con el que seguir invirtiendo en I+D+I.

3-Más Internet. Ya es una herramienta cotidiana para casi cada persona de a pie para gestionar su vida y sus relaciones con los demás. Espero que nunca nos pase lo que a esas empresas. Información en masa. Conocimiento en masa. Júbilo popular. Después de todo ello más puestos de trabajo inexistentes, desaparecidos, substituidos por más maquinas. Ya no hay tanto júbilo popular. Sin embargo, ahora somos nosotros mismos (y no las empresas) los que tenemos que decidir abandonar o bien mantener y mejorar el uso de la herramienta que nos da la posibilidad de adaptarnos al entorno. Internet.Sin embargo ya no es el mercado financiero solo, sino también nuestras vidas personales las afectadas, para bien o para mal.Vidas cada vez más rápidas si.... y más ciegas, también.

Un día algún loco refiriéndose a las consecuencias de la revolución industrial dijo, con no demasiado fundamento, que “el maquinismo que creó y crea abundancia nos deja en la necesidad”… ¿pasará algo parecido con Internet y “la abundancia de la información”? ¿Qué fundamento necesitamos para darnos cuenta de nuestro auténtico problema? ¿Un fundamento empírico? ¿Un nuevo crack financiero? ¿Una guerra? El mayor fundamento de la existencia humana es que deberíamos dejar de guiarnos por fundamentos y un poquito más por sentimientos. Estos últimos  aunque son también relativos no permiten tantos puntos de vista. También es cierto que no permiten tanta EFICACIA.

Pero es que es la eficacia,  paradójicamente y en este momento de la historia, lo que nos está llevando al agujero, a una crisis financiera, económica y social global, es más "la eficacia" y no tanto la falta de compromiso lo que mantiene la desigualdad y la pobreza después de 2000 años de historia.Luego hay que escuchar como empresas privadas y eficaces como Antena 3 "se comprometen".Todo para que el sistema siga avanzando por el mismo sendero.El sendero de la eficacia.Sendero que poco a poco y sin hacer mucho ruido ( y ahí está el peligro) acapara nuestras vidas cada vez más.

Me declaro oficialmente en contra de todo lo que pretende funcionar eficaz y sistemáticamente. Desde una pareja hasta una empresa. Brindo por los lentos. Brindo por las personas espontáneas y sencillas. Que solo necesitan de otras personas espontáneas y sencillas. No soporto la sofisticación cotidiana.

Un día  implícitamente nos prohibieron  que funcionáramos mal en una buena parte de aspectos de nuestra vida. Desde ese día empezamos a no valorar ni disfrutar de nada de lo que teníamos y de lo que eramos.

Y es que no es la tentación lo que nos lleva a caer en ella sino la mera prohibición


Jesús García Muñoz