lunes, 11 de noviembre de 2013

Nerón. El depravado emperador al desnudo

El popular emperador Romano, ebrio de locura, fuego y sangre, castigado (o ajusticiado) en parte por la literatura, tuvo sus problemas hasta llegar a convertirse en el monstruo que nos pinta la historia. Seguidamente repasaremos su perfil psicológico y emocional en un desnudo sentimental. Pero ojo con exagerar la violencia en las historias. Ya saben lo que se dice “La historia se repite a sí misma”.

Nerón fue cruel, nació cruel, un tirano pasota que cantaba y tocaba la lira desde en su balcón mientras veía como Roma se quemaba según sus enloquecidas y caprichosas órdenes. Por lo menos, eso es lo que cuenta la historia a simple vista.

Estas opiniones se basan fundamentalmente en los escritos de Tácito, Suetonio y Dión Casio. Pocas de las fuentes antiguas que han sobrevivido lo describen de manera positiva. Y quizás el personaje no sea exactamente tal y como nos lo pintan.

La mente humana tiende a calcular la probabilidad de un acontecimiento a partir de la facilidad con que puede recordar ejemplos, y las escenas de carnicerías tienen más probabilidades de llegar a hogares y grabarse en la mente de sus habitantes que las secuencias de personas que mueren de viejos. Con independencia de lo pequeño que sea el porcentaje de muertes violentas, en números absolutos siempre habrá las suficientes para llenar el telediario de la noche, de modo que la impresión de la gente respecto a la violencia no se corresponderá con las proporciones reales de dicha violencia.(S,Pinker 2012)

La similitud de los documentos que relatan los insensibles actos de Nerón es motivo de controversia en la actualidad. Separar realidad de ficción, en relación con los escritos clásicos, puede resultar muy difícil. Y castigar sin más al malo malísimo, aunque justo, puede que a veces no sea la respuesta.

Agripina, “la madrastra del cuento”

Sin embargo, buscando un poco más, la historia también nos habla de en un niño traído al mundo por una madre seriamente trastornada. Nerón, estando ya en su estado tiránico y depravado, se sentía en su salsa entre  muerte y torturas, y su perfil psicológico lo llevó a utilizar sádicos y espeluznantes métodos de asesinato.

“[…] Nerón era un esclavo de su madre en todos los aspectos, y a la postre fue esa dependencia la que determinó el conflicto de su vida. Agripina, que le había tomado el gusto al poder, que se embriagaba en él, olvidó o no quiso percatarse de que el sobreprotegido hijito de mamá se había convertido en un hombre independiente en su manera de pensar y sentir." Philip Vandenberg

Agripina embaucó a Claudio para que adoptara a Nerón en el 51 d.C., señalándole como heredero (en lugar de elegir al que se suponía su propio hijo, Británico); para fortalecer su posición casó a Nerón con otra hija de Claudio, Octavia, en el 53; y, finalmente, asesinó al emperador en el 54, dejando el camino libre para su hijo. Éste fue proclamado emperador con sólo 17 años por la guardia pretoriana, dirigida por el prefecto Burro.

Cuando Agripina sospechó que Nerón pretendía sacudirse la tutela materna, empezó a conspirar con Británico para derribarle, y Nerón respondió haciendo asesinar tanto a Británico (55) como a Agripina (59).
En la psicología de lo inconsciente, Agripina da nombre a uno de los complejos conocidos. El complejo de Agripina tiene el mismo significado que el complejo de Edipo, descrito por Freud. Sin embargo los psiquiatras belgas Sollier y Courbon reprocharon la denominación freudiana ya que el Edipo de la leyenda griega no sabía que cometía un incesto, pues desconocía el hecho de que su esposa, Yocasta, era en realidad su madre. Consideran más adecuado el término Complejo de Agripina, en razón de que la emperatriz romana de ese nombre trató de seducir a su hijo Nerón.


La mente de Nerón

Nuestro Nerón no duda en condenarse a sí mismo y en condenar un reinado regido por la férrea ley que le habían impuesto sus pasadas grandezas. Y también lo hizo para mantener vivos sus fundamentales concepciones del derecho público y privado, de las costumbres y de la moral, de su antiguo politeísmo hedonista y pagano. Más, no parecía mostrar interés por preocupaciones ajenas a su propia supervivencia.



Apoyándose en todo lo dicho y hecho por sus predecesores, prefirió dejar estancada la herencia cultural en la que una vez brilló Roma. Nada ni nadie pudo ya evitar que el joven emperador Nerón, como antes lo hicieron el libidinoso Tiberio, el demente Calígula y el patoso y renqueante Claudio, se abocara definitivamente a una vida de total esparcimiento y desinterés. Y por más que Nerón presumiese de que la naturaleza le había concedido un especial don de gloriosa desenvoltura en cuanto a empresas amorosas y poéticas, jamás para las políticas y guerreras, se comportó como el apuesto caballero al que se le abrían fácilmente todas las puertas de palacio de la depravación más absoluta. Así, está última labor, rol o cometido, acabo interiorizándose en la mente de Nerón, y el mundo que le rodeó lo llegó a "apreciar" de pleno, empezando por su misma madre, la violenta y dominadora Agripina, e incluso fue apreciado por su preceptor Lucio Anneo Séneca, influencias que reforzaron su personalidad.

Así, su orden y dogma de vida venía forjado por su carácter insolente, versátil, lujurioso y egocéntrico, y por un principio de individuación criminal que no tardaría en avalar con el matricidio y uxoricidio. Actos que trazan ya el extremismo autocrático, y casi esquizofrénico, de Nerón,

El perfil psicológico del emperador ha vivido ya su primera mutación. Egocentrismo, intemperancia y crueldad se hacen patentes en su reinado para sostener una vida lujosa y parásita.

Fue como, si una vez inmerso en el horror que iba a condicionar su escaso futuro jerárquico, se sometiese a un enérgico "lavado de cerebro" y a toda clase de cuantas nefastas tentaciones pueden acompañar el Poder. En la voluntad del emperador se originan conceptos inexplorados de rigidez abominable, de perversiones, de elegancias, y de voluptuosidades que concederán los más impuros matices a su figura de hombre joven seducido por el refinado y exquisito sensualismo de la vida palaciega. En consecuencia, Roma vuelve a flagelar a su "imperator" con el sadismo que suele guiar todo deleite de perdición. El Poder pesa en la frente como un bronce y participa del pavor de las sombras. Sombras de horrores pretéritos que también se detienen ya ante él contemplándole y forjando apariciones de difuntos príncipes que dejaron tras ellos la llaga ardiente de su ética equívoca, de sus crímenes, del simbólico paralelismo en las acciones que abrirían para ellos la senda de su autodestrucción. El Imperio no era en realidad más que un inmenso cadáver tendido a lo largo de su existencia y con el que tendría que convivir interiormente a solas. Eso era lo horrible. Vivir con sus culpas calladas, sus congojas, sus pesadillas, y defenderse a sí mismo del rigor de su conciencia mientras trataba de colmar todas sus tenebrosas inquietudes (Kentauro, 2012)

Tipos egocéntricos. Nerón ¿Psicópata o Sociópata?

Existen clasificaciones provenientes de la psicología alemana que establecen  tipos egocéntricos. Se puede hablar, fundamentalmente, de cuatro tipos. Dos activos y dos pasivos. Pero todos ellos son figuras y factores mantenedores en gran medida de la violencia, los primeros porque la ejercen, los segundos porque la permiten pasivamente.

El cuadro de Künkel ilustra el cruce de estos cuatro temperamentos con educaciones egocéntricas excesivamente débiles y severas, que dan lugar a los cuatro tipos caracterológicos de egotismo infantil, que preparan a los neuróticos de mañana:


Educación débil
Educación severa
Activos
Estrella
+100=admiración
-100=ridículo
Nerón
+100=dominio
-100=dependencia
Pasivos
Cenicienta
+100=protección
-100=responsabilidad
Tortuga
+100=aislamiento
-100=turbación


Así, podemos ver como Nerón da nombre al tipo activo con educación severa, o al también llamado, tipo “dominante”.

[…]El tipo estrella necesita público que le aplauda, si falta, siente que se derrumba, no puede estar solo, no soporta el silencio, tiene necesidad de escenario. Cenicienta necesita un protector vigoroso y suave como un guante. Tortuga no tendría motivos por los que vivir si no existiese un mundo al que despreciar y con el que enfadarse. Nerón, como todo dictador, necesita a débiles a los que someter, sin darse cuenta, es esclavo de sus esclavos: iguales, superiores, inferiores, dependientes hijos, etc. (J.B. Torelló)

A diferencia del tipo Estrella que tiene como deseo “proteger” , el tipo Cenicienta “ser protegido”, o el tipo Tortuga ser ignorado y dejado solo, el tipo Nerón tiene como máximo impulso el dominar. No importa el cómo; desde las alturas de la presidencia del Gobierno, desde el fondo de una cueva de ladrones, desde el movimiento del magnate que controla el entero movimiento de la bolsa internacional, y, ojo, pueden dominar siendo buenísimos y muy obedientes.

Piensan que su destino trágico e irremediable es triunfar solos, no escuchar, trepar, humillar si es necesario para subir un nuevo peldaño. Su única alegría es el poder, y la única pérdida la pérdida de dominio, es decir, “la dependencia”. Nerón prefería morir a pedir un favor, se tragaba las lágrimas con tal de no recibir consuelo o la compasión de los demás. Los egocéntricos tipo Nerón se dicen cosas como “no hay que fiarse de nadie”, “has de ayudarte solo, pues los demás no quieren hacerlo”, se suelen casar con mujeres florero, que serán florero toda la vida, subyugará a la familia con sus leyes, con sus rígidas normas y hará a sí de sus hijos otros tantos egocéntricos.

El emperador Romano de niño, fue aplastado por una educación dura, descuidada y negligente que lo abandonaba, lo que provocó un sentimiento de ruptura con el mundo.

Es por ello que Nerón no constituye el perfil del psicópata, sino el del sociópata (o, a lo sumo, el del psicópata secundario o neurótico), el de aquel temperamento que ha sido más forjado por la sociedad, (su entorno cercano que le ha tocado vivir) que por la configuración genética de su psique. El psicópata primario nace psicópata en buena medida, ya que las zonas cerebrales encargadas de la empatía y la compasión no se activan como si que se activan en sociópatas o en psicópatas secundarios/neuróticos.

Pero esto es alentador para la rehabilitación del sociópata, ya que si un problema se ha aprendido por un entorno inapropiado, este puede modificarse interviniendo en dicho entorno. Si algo es más adquirido o aprendido que innato, siempre tendrá mejor pronóstico para el cambio.

En pocas palabras, y no es un argumento literario ni romántico, las terapias actuales para re-educar y reinsertar en la sociedad a criminales como lo fue Nerón no se basan ni en castigar, ni en concienciar, ni en populismos, ni en falsos tópicos ni en otra cosa que en darles buenas dosis de lo que en su día les faltó, Amor.


Cuando el poder lleva dentro de sí las semillas de su propia destrucción.

Sobre Agripina y Nerón se vuelcan los peligrosos estímulos de unas mentes, que no habrán de detenerse ante nada para superar, no ya las barreras, sino los desastres que van acumulando sobre sus conciencias. Brutalidades que encierran ya en sí mismas las semillas de su propia destrucción.

Los imperios no entienden la locura, siempre creen avanzar de la forma más acertada, y desconocen que, por lo general, se abren camino a través del caos que habrá de llevarlos a su indefectible ruina. (Kentauro, 2012)

En nuestra historia, la literatura juega un importante papel, y hablo en presente. Está seguirá siempre proyectándonos con el efecto de "identificación" a momentos de nuestro pasado y retrotrayéndonos a los hechos que en él han tenido lugar. Y es que culto y fervor por la Historia se asienta en este proceso psicológico de adoración colectiva por parte de los lectores.

Se dan formas de vida que, pese a haberse evaporado en el tiempo, vuelven a ser en sí mismas mercancías valiosas que nos otorgan una sensación de trascendencia, sincronización e inmortalidad.

Puede que el hombre actual no haya perdido ni un ápice de su ubicuidad espacio-temporal, ya que su vida, recurriendo al tópico, sigue y seguirá siendo "una repetición de repeticiones". Habrá que tener cuidado pues, con los relatos exacerbados de violencia que nos gusta leer o escribir. Ya saben, “la violencia engendra violencia”.

Desechemos la premisa que dice si quieres la paz trabaja por la justicia y sustitúyela por la que recomendaba Joshua Goldstein: Si quieres la paz, trabaja por la paz” (S.Pinker 2012)

“La violencia engendra violencia”. Del hombre actual depende que éste solo sea un tópico más, y no una repetición de repeticiones, de él depende que se revele, no dejándose seducir por la violencia del mismo modo que hizo Nerón, el telediario de las nueve, o el llamativo título de este egocéntrico artículo que usted lee afanado, para  por fin, dejar atrás los egocentrismos de víctimas tortuga, salvadores estrella, floreros cenicienta o patriarcas autoritarios y autócratas como Nerón y hacer historia. Auténtica historia, de esa sobre la que nadie escribe porque no es especial, ni heroica, ni épica.




No es trágica, ni gloriosa, no es dramática ni es esplendorosa. No hay guerras  pero tampoco victorias, tampoco derrotas. No hay posesiones, pero tampoco pérdidas. No hay ganadores  ni perdedores, ni héroes ni princesas, ni caballeros ni trofeos, ni malotes traumatizados ni angelitas a tres metros sobre el cielo, ni niños huérfanos ni protectores caídos del cielo. Es historia cotidiana, simple, mediocre, poco adornada, no enrevesada, sin altibajos, sin grandes problemas, aburrida, pero desde luego, nada egocéntrica. De esa que no atrae, ni se lee, ni se ve. Porque lo esencial siempre ha sido invisible a los ojos del hombre. Somos libres, ¿te quedas?

Jesús García Muñoz

Fuentes:





Quizá la avaricia de la raza humana hará que todo se pierda

Se nos acaba el tiempo, ya presionaron el botón de la cuenta atrás




Fortuna, Fama o Placer







viernes, 1 de noviembre de 2013

El número 7 en la cultura



En este momento hay seis mil cuatrocientos setenta millones, ochocientos dieciocho mil, seiscientos setenta y un habitantes en el mundo. Algunos huyen asustados. Otros vuelven a casa. Algunos cuentan mentiras para poder sobrevivir. Otros se enfrentan a la verdad. Algunos son hombres malos en guerra contra el bien. Y algunos son buenos, y luchan contra el mal. Seis mil millones de personas en el mundo. Seis mil millones de almas. Y a veces solo necesitas a una.

Película Siete Almas.

El 7 es un número muy recurrente en la cultura desde tiempos ancestrales. Son 7 los días de la semana, 7 los colores del arco iris y 7 los pecados capitales. Hubo 7 astros visibles. Hay 7 notas musicales, 7 maravillas del mundo, 7 artes, 7 continentes, 7 chacras, 7 niveles de conciencia, y así hasta límites insospechados. Se dice que en los números ves lo que quieres ver. ¿Y tú? ¿Qué quieres ver?


Imagen extraída del film "El Hombre de Acero"
Nunca he soportado a los comerciales. Tampoco creo que mucha gente pueda llegar a apreciar a esa clase de ser capaz de meterse en tu vida cotidiana sin ningún tipo de educación. Capaz de incrustar el pie en el quicio de la puerta para venderte una aspiradora, la última tecnología del mercado o incluso su alma en un contrato falso.

Pues bien, por azares del destino este servidor acabó hace poco de comercial. Miento, no son azares del destino, se llama “necesidad subjetiva de dinero fácil”, solo quería pagarme unos estudios…como tantos estudiantes de hoy que no paran de protestar por su situación. Pero no me miren mal. Trabajé de comercial de la cruz roja captando socios… o eso ponía en la oferta de empleo. Iluso de mí, pensé que al menos que ya que iba a ser un comercial, podría serlo por una buena causa. Que equivocado estaba. Las buenas causas no pueden ser un negocio, al menos ya no.

Jugando a adivinar el futuro

Todos los jóvenes tienen el mismo sueño: salvar el mundo. Algunos lo olvidan rápidamente, convencidos de que hay otras cosas importantes que hacer, como formar una familia, ganar dinero, viajar y aprender una lengua extranjera. Otros, sin embargo, deciden que es posible tomar parte en algo que suponga una diferencia en la sociedad y en la manera en que el mundo les será entregado a las generaciones futuras.

Y empieza la elección de profesión: políticos (que al principio siempre desean ayudar a la comunidad), activistas sociales (que creen que el crimen se debe a la diferencia de clases), artistas (que creen que todo está perdido, que hay que empezar de cero) y... policías.

Paulo Coelho. El vencedor está solo


Nada más llegar a la entrevista de trabajo nos recibió el que sería nuestro jefe, un hombre joven, dinámico, con labia, arrogante y sin pelos en la lengua para dejarnos claro a todos lo orgulloso que estaba de su arrogancia. Era una entrevista grupal, en la que todos, como pasmarotes, recibíamos sabias lecciones de un jovencísimo emprendedor que funcionaba por objetivos hasta para darse una ducha. Si acababa a tiempo, o si llegaba pronto a un sitio, se daba un capricho. Decía que esa debía ser la ideología del vendedor. La competitividad, el superarse a uno mismo, el ponerse metas hasta para ir regularmente al baño.

Nos dejó bien claro que no estábamos en la cruz roja, sino en una empresa de marketing que trabaja para la cruz roja. Cosa que no ponía en la oferta de empleo. Desde luego un buen vendedor. ¿Y esto por qué? Porque sencillamente les consiguen a la cruz roja mas socios que otras empresas “con menos éxito”. Y más socios en las ONG´S es menos hambre en el mundo. O eso creemos. Nos restregó, (sin venir a cuento de nada en una entrevista) por nuestros jóvenes e inocentes rostros (que todavía buscaban un atisbo de nuestra idea de “ONG” por la que estábamos ahí sentados), la irrespetuosa suma de dinero con la que se hacía cada vez que conseguía unos cuantos socios para la organización no gubernamental.




El hombre prosiguió su show, su solitario monólogo, su rentable obra de teatro seduciendo a los aspirantes con una prueba en la que todos debíamos apuntar (sin pensarlo mucho, de forma refleja y casi inconsciente) un número del 1 al 10 y él, con todo su poder, lo adivinaría. Supuestamente, era un ejemplo para ilustrar la importancia de predecir la reacción del comprador a la hora de hacer una venta. Y la importancia de saberse anticipar a ella. Yo, estudiante de psicología, ya me sabía el truco, pero aún así puse el número que más me gustaba, el 7, dejé que se luciese, pude anticiparme a él, pero no lo hice.

Cuando todos acabamos, dijo señalándonos uno a uno que número habíamos escrito, y como ya anticipó, acertó más de la mitad de la veces. La mayoría habíamos elegido el 7.

Seguidamente explicó con palabras llanas, pero no menos acertadas, porque razón la gente elige el 7. El 5 era “ni fu ni fa”, demasiado obvio, los números de los extremos  casi nunca se eligen (1, 2, 3,8, 9 y 10) por una razón tan inconsciente como instintiva y ridícula. Parece ser que en los extremos nuestra decisión está “más desprotegida”, sin embargo en el protegido interior de la franja de elección, pero no justo en el medio (5 y 6, que son demasiado obvios) encontramos el 4 y el 7.  Y de entre estos, no se sabe exactamente la razón (se presume que quizás por ser el mayor de entre los dos y por legado cultural) el 7 es el preferido.

Es vomitivo cruzarse con esa clase de persona capaz de engañar con tal de sacar algo para su propio interés, pero aún lo es más cruzarse con alguien que lo hace usando la caridad por bandera. No porque sea caritativo, sino porque la caridad vende más. Es muy triste que la solidaridad se convierta en un negocio rentable.

Nunca he soportado a los comerciales arrogantes, ese ser capaz de convertir una conversación en manipulación, y el altruismo en negocio e interés. Ese ser capaz de  escoger, “a conciencia”, el 6.



Los precursores culturales

El siete es un número muy recurrente en la cultura. El origen de esta popularidad está en la observación del cielo por los antiguos astrónomos. La inmensa mayoría de las estrellas no cambiaban de posición las unas respecto a las otras durante el año. Sin embargo, observaron siete cuerpos celestes que sí lo hacían. El Sol y la Luna, eran los dos primeros. Los otros cinco eran los planetas que pueden verse a simple vista, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, y que los pueblos antiguos consideraban estrellas móviles.

Estos siete astros (bautizados en honor a dioses romanos) les dieron nombre a los días de la semana en muchos idiomas: lunes (Luna), martes (Marte), miércoles (Mercurio), jueves (Júpiter) y viernes (Venus). En español, “sábado” procede del nombre la fiesta hebrea “Sabbat” y domingo de la palabra latina “Dominus” que quiere decir “el Señor”. No obstante, en idiomas como por ejemplo el inglés, se mantienen los nombres originales de estos dos días: Saturday de “Saturn” (Saturno) y Sunday de “Sun” (el Sol).


Más ejemplos

7 es el número que se le suele asignar al jugador creativo del equipo de fútbol, al alma y líder del grupo.007 es el código del espía más glamuroso que conocemos. Hay 7 notas musicales, con sus correspondientes 7 valores, a su vez tienen 7 alteraciones (sostenidos y bemoles) distinguibles por el oído humano y 7 silencios. 7 reinos hay en la superventas Juego de Tronos y conseguir tres sietes en las máquinas tragaperras hace que se gane el premio gordo.


Los 7 brazos del Menorá, el candelabro sagrado y litúrgico judío. Los 7 metales conocidos en la antigüedad: hierro, cobre, estaño, mercurio, plomo, oro y plata. Los 7 sacramentos católicos: bautismo, confirmación, eucaristía, penitencia, unción de los enfermos, matrimonio y orden sacerdotal. Las 7 maravillas del mundo. Cada 7 años el ser humano experimenta cambios significativos en su desarrollo personal. Las 7 partidas de Alfonso X el Sabio. Las 7 esferas del dragón de Dragon Ball. Los Las 7 esmeraldas del Caos de Sonic the Hedgehog. Las supuestas 7 vidas del gato. Los 7 tomos de Las Crónicas de Narnia, las 7 divinidades principales en la saga de Memorias de Idhún, los 7 libros de Harry Potter  y sus 7 horrocruxes. 7 vértebras cervicales tienen la gran mayoría de mamíferos, existen 7 tipos de virus, según la clasificación de Baltimore y 7 puntas tiene la tiara de la estatua de la Libertad.

Los hindúes reconocen 7 ramas del saber (Raja, Karma, Jnana, Hatha, Laya, Bhakti y Mantra)  y 7 ciudades sagradas de peregrinación o "nágaras" (Ayodhya, Máthura, Gaya, Casi, Kanci, Avanti y Dv Araka); además, su filosofía habla de 7 centros de energía: los "chakras". En la religión islámica hay 7 estadios o cielos. El Triunfo o Carro del Sol triunfante representado por el 7º Arcano del Tarot. En la astrología china hay 7 constelaciones norteñas llamadas xúanwǔ (玄武), la cual, también se conoce como el espíritu del cielo del norte. Pitágoras lo denominó “el número perfecto” y el escritor italiano del siglo XII, Dante Alighieri, frecuentemente lo usaba en sus obras. William Shakespeare dividió el desarrollo del hombre en 7  edades: infancia, niñez, el amante, el soldado, el adulto, la edad avanzada y la senilidad. También se dice que fueron 7 los reyes de Roma y 7 sus colinas.

El FMI (fondo monetario internacional), con síntomas de padecer una enfermedad degenerativa, es controlado, entre otros, por el G-7 un grupo de  7 países industrializados del mundo cuyo peso político, económico y militar es muy relevante a escala global. Está conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. La cultura maya realizó 7 profecías, en la séptima se pronosticaba un cambio exponencial y cualitativo en las conciencias a partir de 2012. A finales de 2011 alcanzamos los siete mil millones de habitantes en el planeta (C.Nogueira. El ciudadano 7.000 millones. El País, 2011). Un crecimiento exponencial e insostenible que muchos catastrofistas empiezan a temer. (Pero este texto no tiene intenciones pesimistas o catastrofistas. Todo lo contrario. Tiene un optimismo que no entienden ni los que se  las dan de “fuertes”, eso que son capaces de solventar cualquier obstáculo, aquellos preocupados por la “mejora” de las cosas, esos que, sin dudarlo, se consideran más optimistas que nadie.)

Lo encontramos en películas como Seven, Los siete samuráis, Los siete magníficos, Siete días de mayo, Siete novias para siete hermanos, Blancanieves y los siete enanitos, Siete años en el Tibet, Siete es el número equivocado

En la simbología judeocristiana, el siete ocupa un lugar privilegiado: es el número más evocado desde el primer libro del Antiguo Testamento (Génesis) hasta el último del Nuevo (Apocalipsis, del griego “Ἀποκάλυψις” que no significa fin de nada, sino “revelación”). Sólo en este último apareceel 55 veces. Algunos ejemplos son: los 7 Sellos, cuya sección comienza con la famosa descripción de los 4 jinetes del Apocalipsis, que llevan numerosas plagas a la humanidad. Durante la apertura de cada sello, se desarrollan también las visiones de cataclismos naturales, que concluyen con el juicio final. Con la apertura del séptimo sello, comienza el desarrollo de un nuevo simbolismo numérico de catástrofes anunciadas por 7 trompetas. También se habla de  7 ojos 7 cuernos y 7 espíritus que pertenecen “al cordero de dios”. También hay 7 colinas, 7 espadas, 7 reyes y 7 copas que representan a colectivos, ideologías y acontecimientos que supuestamente tendrán peso y se irán sucediendo hasta la llegada de “el reino de los cielos”.


El alma humana. El origen cultural.

Según ciertas fuentes, el autor (supuestamente el apóstol san Juan) escribió el libro del apocalipsis después de sobrevivir por poco a una tortura que casi acaba con su vida. En condición de desterrado en la isla griega de Patmos y en sus últimos días decidió escribir el contenido de una supuesta “revelación”.

Dadas estas circunstancias no es de extrañar el gran número de alusiones a números que guardan significados ligados al alfabeto griego. Y tampoco serían de extrañar las alucinaciones, algo que está por debajo del umbral de  “la conciencia”

Señalar que la variante occidental del alfabeto originó el etrusco y de ahí el alfabeto romano. Atenas adoptó en el año 403 a. C. la variante oriental, dando lugar a que poco después desaparecieran las demás formas existentes del alfabeto.


En este, encontramos “el origen”. Al menos del que tenemos constancia histórica. La letra Ψ “psi” de “psique”, que significa “alma humana” se asociaba al valor de 700, y representaba la “perfección y equilibrio”.

El significado surge a partir de la asociación de la letra Psi con la palabra griega “Psiqué”, que originalmente tenía el significado de “mariposa” (de hecho podemos asimilar fácilmente la forma de la letra con el dibujo estilizado de una mariposa con las alas desplegadas). Posteriormente pasó a utilizarse el término con los sentidos de “soplo de brisa”, “aliento”, “ánimo” y, finalmente “alma”, recordemos, asociada al valor 700.

Así, cobra sentido que el autor (influido por la cultura griega)  identificara el 666 como símbolo casi-perfecto. Aquel que quiere llegar al 7. Por ello representaría a Lucifer, el ángel caído de Dios (el alfa ά y el omega Ω, el principio y el final) que en el intento de ser tan puro, divino y perfecto como él, se malogró y cayó a los infiernos.

Hamid sabe que no sirve de nada luchar contra el inconsciente colectivo. Los tonos, los accesorios, los tejidos, los supuestos actos benéficos de la Superclase, los libros que se publican, la música que suena en la radio, los documentales de ex políticos, las nuevas películas, el material que se usa para hacer zapatos, los sistemas de abastecimiento de coches, los abajo firmantes para los congresistas, los bonos que venden los mayores bancos del mundo, todo parece estar concentrado en una sola cosa: salvar el planeta. Se están creando fortunas de la noche a la mañana, las grandes multinacionales consiguen espacios en la prensa gracias a alguna que otra acción irrelevante en esa área, organizaciones no gubernamentales sin escrúpulos ponen anuncios en poderosas cadenas de televisión y reciben cientos de millones de dólares en donaciones, porque todos parecen absolutamente preocupados por el destino de la Tierra.
                  
Cada vez que veía en los periódicos o en las revistas a los políticos de siempre utilizando el calentamiento global o la destrucción del medio ambiente como plataforma para sus campañas electorales, pensaba para sí: ¿Cómo podemos ser tan arrogantes? El planeta fue, es y será siempre más fuerte que nosotros. No podemos destruirlo; si traspasamos una determinada frontera, nos eliminará por completo de su superficie, y seguirá existiendo. ¿Por qué no hablan de "no dejar que el planeta nos destruya"?

Porque “salvar el planeta”  da sensación de poder, de acción, de nobleza. Mientras que «no dejar que el planeta nos destruya» puede conducirnos a la desesperación, a la impotencia, a la verdadera dimensión de nuestras pobres y limitadas capacidades.

Paulo Coelho. El vencedor está solo


En 1956, uno de los pioneros de la cognición, George A. Miller, afirmaba que nuestro límite en la memoria inmediata estaba en siete más /menos dos estímulos, es decir, oscilaba entre 5 y 9. Sin embargo el concepto “unidad de información” no fue definido completamente, de tal manera que una unidad podría ser un número, una palabra, una frase, un párrafo, un bloque de información o una idea.

Sin duda la aplicación de este estudio puede realizarse a multitud de ejemplos de nuestra vida cotidiana. Teléfonos que no superan un número de 7 dígitos, contraseñas, nombres de usuario, códigos, direcciones, seducir  “a conciencia” a aspirantes en una entrevista de trabajo, captar socios, conseguir feligreses atenazados por "el fuego del infierno", escribir este artículo, llamar la atención, diseñar herramientas para hacernos la vida más fácil y cómoda , salvar el mundo, crecer más como especie o… ¿quién sabe? para nada de eso, sino, sencillamente, para salvar auténticamente la humanidad.

Su compañera se tumbó en la cama, a su lado, y apoyó la cabeza en su regazo.
—El que me hizo ver todo esto fue un extranjero que conocí esta noche, mientras estaba allí, perdida en medio de la multitud, sin saber qué decir. […] Me pidió que mirara a mí alrededor: estábamos rodeados de personas llenas de seguridad, de gloria, de conquistas. Comentó: «No se están divirtiendo. Creen que han llegado a la cima de sus carreras, y la inevitable bajada los asusta. Han olvidado que todavía les queda todo el mundo para conquistar, porque...»
—...porque se han acostumbrado.
—Exacto. Tienen muchas cosas y pocas aspiraciones. Están llenos de problemas resueltos, proyectos aprobados, empresas que prosperan sin necesidad de ninguna interferencia. Ahora sólo les queda el miedo al cambio, y por eso van de fiesta en fiesta, de reunión en reunión, para no tener tiempo para pensar. Para ver a la misma gente, y pensar que todo sigue igual. Las seguridades han sustituido a las pasiones.
—Quítate la ropa —le dice su compañera, intentando evitar cualquier comentario.
Jasmine se levanta, se quita la ropa y se mete debajo de las mantas.
—Desvístete tú también. Y abrázame. Necesito que me abraces, porque hoy creí que me ibas a dejar marchar.
Su compañera también se quita la ropa y apaga la luz. Jasmine se queda dormida en seguida entre sus brazos. Permanece despierta algún tiempo mirando al techo, pensando que, a veces, una chica de diecinueve años, con su inocencia, puede ser más sabia que una mujer de treinta y ocho. Sí, por más que lo temiese, por más insegura que se sintiera en ese momento, se vería forzada a crecer. […] Los meses siguientes serían muy difíciles.

Pero lo que nadie más sabe es que ella tiene una fuerza absoluta, total, que la ayudará a superar todas las dificultades: el amor de la mujer que ahora dormía entre sus brazos. Por ella, lo haría absolutamente todo, salvo matar. Con ella sería capaz de todo, incluso de vencer.

Paulo Coelho. El vencedor está solo


Se dice que en los números ves lo que quieres ver. ¿Y tú? ¿Qué quieres ver?


Quiero ver si en vuestros ojos hay humanidad
Quiero ver como caéis



¡Revélate!



En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás. El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará. Les aseguro que en esa noche, de dos hombres que estén comiendo juntos, uno será llevado y el otro dejado; de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada" (Lucas, 17).

La mirada celestial






La mitología se explica por si misma y explica todo lo que en el mundo es, no porque se haya inventado para proporcionar explicaciones sino porque tiene la cualidad de ser explicativa (Kerenyi 1994)







Jesús García Muñoz 



Fuentes: